Saúl fue el primer rey de Israel, un hombre valiente pero que desobedeció a Dios volviéndose codicioso y mentiroso. Dios eligió a David, que amaba profundamente a Dios aunque desobedeció provocando la muerte de Urías. Salomón, hijo de David, pidió sabiduría para gobernar y construyó el templo de Jerusalén durante un período de paz y prosperidad.