Este documento presenta una introducción a la guerra espiritual desde una perspectiva cristiana. Explica que los cristianos están en una batalla contra fuerzas espirituales malignas y deben depender de Dios en oración. Luego define brevemente la guerra espiritual y lista varios nombres bíblicos del adversario espiritual como Tentador, Acusador, Príncipe de este mundo, entre otros. Finalmente, describe tres dimensiones de los ataques: a la mente, a través del ocultismo y en la esfera espiritual.
1. Cadenas de la tinieblas
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Introducción:
Los cristianos estamos inmersos en una
guerra espiritual que se libra en medio nuestro. Somos por naturaleza, la creación amada
de Dios, y ese hecho nos convierte en blanco de los ataques de nuestro enemigo. En esa
dirección, estamos llamados a librar no una sino las muchas batallas que salen al paso,
dependiendo de Dios, en oración e intimidad con Él, quien nos asegura la victoria (Cf. 1
Pedro 5:8; Santiago 4:7). En el proceso de conocer a qué tipo de confrontación estamos
enfrentados, es importante conocer más acerca de quién es nuestro Adversario espiritual
y la forma como opera. El convencimiento siempre: tenemos asegurada la victoria en
Jesucristo. Jesucristo nos hizo vencedores.
I. Una definición sencilla de Guerra Espiritual
ü La guerra espiritual se produce en una dimensión oculta, sobrenatural, donde Dios es
todopoderoso y Satanás encarna la rebelión y se mueve en el propósito indeclinable de
atacar la obra del Señor (Cf. Efesios 6.10-12).
ü Desde el mundo espiritual se impacta el mundo material y, desde el mundo material, se
impacta el mundo espiritual (Mateo 16:19)
ü Es necesario estar preparados para la batalla (Efesios 6.14-18)
“No creo que debiéramos considerar la Guerra Espiritual como un fin en sí mismo. En un
sentido válido, Jesús vino para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8), pero eso fue sólo
para buscar y salvar lo que se había perdido (Cf. Lucas 19:10)… Mi interés en la Guerra
Espiritual es directamente proporcional a su eficacia para mejorar la
evangelización.”(Wagner, C. Peter. Oración de Guerra. Editorial Betania. EE.UU. 1993.
Pg. 22, 23)
II. Siete verdades bíblicas sobre la Guerra Espiritual
1. Existen dos dimensiones reales, la física y la espiritual
ü Evidenciado cuando el rey Ben Hadad de Siria ordenó sitiar a Siria. Procuraban la vida
de Eliseo (2 Reyes 6:8-19)
ü El apóstol Pablo describió la confrontación permanente que se libra en la dimensión
espiritual, en la que batallan dos Reinos: el de Dios, y el de las tinieblas.
2. Estamos involucrados en una Guerra Espiritual invisible
ü Satanás y sus huestes ejercen dominio en el mundo, trayendo ceguera espiritual (2
Corintios 4:4)
ü Las batallas espirituales las libramos con armas espirituales (2 Corintios 10:3-5)
ü Los ataques del enemigo en las dimensiones física y espiritual procuran llenarnos de
temor y debilidad, inutilizándonos en la batalla (Efesios 6:16)
2. ü El mundo entero, y como consecuencia del pecado, está sumido bajo el poder del
maligno (1 Juan 5:19; 1 Juan 4:6)
El dios de este siglo tiene una refinada estrategia para cegar la mente de las personas de
modo que no sean capaces de comprender la verdad. Esto es lo que hace que la oración
intercesora sea crucial. Existe una relación vital entre la aceptación del Evangelio y la
guerra invisible.”(Ingram, Chip. “La Guerra Invisible”. 2007. Editorial Mundo Hispano.
EEUU, pg. 40.
3. Aunque muchos lo ignoren o lo desestimen, el Adversario tiene poder—limitado, pero
poder al fin--.
ü El Adversario nos asedia para producir nuestra caída física y espiritual (1 Pedro 5:8)
ü El Adversario opera activamente desde el mundo espiritual en el mundo físico (Génesis
3:1; 1 Crónicas 21:1; Mateo 4:1-11; Lucas 11:18; Apocalipsis 12:9)
ü Satanás procura traen tentación, generando condiciones para las caídas de orden físico y
espiritual (Lucas 22:31-34)
4. Satanás no surgió por generación espontánea; fue creado por Dios, pero se rebeló
ü Estuvo en el ejército de Dios (Ezequiel 28:14-19)
ü Inicialmente no era malo, pero llegó a ser opositor (Job 1:6)
ü Las Escrituras revelan que tiene fin (Mateo 25:41)
5. Satanás dejó que su corazón se llenara de orgullo
ü Inicialmente fue perfecto (Ezequiel 28:12, 13)
ü Tuvo una posición en el mundo celestial (Judas 6)
ü Su perdición fueron el poder y la belleza (Ezequiel 28:14-19)
ü El orgullo fue su perdición (Isaías 14:13; 1 Timoteo 3:6)
“El corazón de Satanás se enalteció lleno de orgullo por causa de su belleza, y esa fue la
reazón por la que fue arrojado del monte de Dios.”(Prince, Derek. “Guerra en los cielos.
La batalla cósmica contra el mal”. Editorial Desafío. Colombia. 2008, pg. 59.
6. Respetamos a nuestro enemigo pero no le guardamos temor
ü El sutil en sus ataques (2 Corintios 2:11)
ü Satanás está vencido (Colosenses 2:13-15, Juan 12:31)
ü El poder del mundo de las tinieblas es limitado (Lucas 10: 18, 19)
ü El destino final de Satanás y sus huestes es la muerte eterna (Mateo 25:41; 2 Pedro 2:4)
7. Por la obra de Jesucristo tenemos asegurada la victoria en la lucha contra las tinieblas
ü Vencemos gracias a la fe (1 Juan 5:4, 5)
ü Vencemos por la autoridad que hay en nosotros (Lucas 10:18, 19)
ü Vencemos por la sangre que Cristo derramó en la cruz para redimirnos (Apocalipsis
12:119
ü Vencemos porque Dios mora en nosotros (1 Juan 4:4)
3. ü Somos vencedores y Satanás es quien debe huir (1 Santiago 4.7)
III. Enfrentando a un enemigo que revela la Biblia
En la Guerra Espiritual es necesario tener claro a qué enemigo estamos enfrenando. Para
tener una aproximación, nos acercamos a los diferentes registros que nos ofrece la Biblia
y que dicen mucho sobre qué hace y cómo lo hace el Adversario.
REGISTRO BIBLICO DE NOMBRES DEL ADVERSARIO ESPIRITUAL
NOMBRE : Tentador (1 Tesalonicenses 3:5)
DESCRIPCION: Genera tentaciones. No empuja a que “cometamos pecado”, pero crea el
escenario. Cada uno responde a los deseos (Santiago 1:13-15)
NOMBRE: Acusador de los hermanos. (Job 1, 2; Apocalipsis 12:10)
DESCRIPCION: Está atento a los errores que cometemos, para acusarnos delante del
Padre celestial.
NOMBRE: Príncipe de este mundo (Juan 12:31)
DESCRIPCION: Experto en sistemas de engaño. Gobierna mediante escuelas de
pensamiento, creencias, filosofías y religiones falsas. Infiltra gobiernos, instituciones y
posiciones de liderazgo.
NOMBRE: Maligno (1 Juan 5:19)
DESCRIPCION: Del griego corrupción. Ejerce influencia para la toma de decisiones que
encierran maldad.
NOMBRE: Belial (2 Corintios 6:15)
DESCRIPCION: De «maldad» o «indignidad». Está asociado con «brusco», «perverso»,
«impío», «destruidor», según el contexto (1 Samuel 1:16; 25:25; 30:32; Salmos 18:4;
Proverbios 19:28; Nahúm 2:1). Pablo lo nombra como personificación del mal (2
Corintios 6:15).
NOMBRE: Beelzebú (Mateo 12:24)
DESCRIPCION: Nombre que se da en varios pasajes del Nuevo Testamento al «príncipe
de los demonios» (Marcos 3:22; Mateo 10:25; 12:26).
NOMBRE: Lucifer (Isaías 14:12)
DESCRIPCION: Hijo de la mañana o el que brilla. Se presenta como ángel de luz,
aunque es un engañador.
NOMBRE: Diablo (1 Pedro 5.8)
DESCRIPCION: Asociado con “acusador”. Anda tras nosotros para desencadenar
engaño.
NOMBRE: Satanás (Job 1:6; 1 Tesalonicenses 2.18)
DESCRIPCION: Asociado con “adversario”. Opositor de todos los planes de Dios.
IV. ¿Cómo debemos prepararnos para la confrontación espiritual? (Mateo 6:5-15)
Hay tres elementos esenciales para la confrontación espiritual:
a. La oración (Mateo 5:6).
b. El ayuno.
c. Estudio de la Palabra para ampliar nuestro conocimiento del mundo espiritual.
4. La confrontación del mundo espiritual de maldad obliga que desarrollemos:
perseverancia, decisión, ejercer la autoridad de Cristo en y a través de nuestras vidas.
Estar metidos con Dios es un aspecto fundamental en el proceso de liberación (Hebreos
10:19-21) No podemos desligarnos jamás de la dimensión espiritual en la que entramos
en intimidad con Dios (Cf. Salmo 18:1-3).
En la vida del Señor Jesús encontramos un ejemplo de oración (Mateo 1:35). Pasaba
largo tiempo en la presencia del Padre celestial (Marcos 6:45). A través de esa intimidad,
se desarrolla un principio clave, que es escuchar con la intervención del Espíritu Santo,
quien nos señala qué hacer en cada caso (Hechos 16:6). Cuando oramos, nos sometemos
a Dios (Santiago 4:1-4; 2 Corintios 10).
A través de la oración, no solamente encontramos fortaleza sino que materializamos la
voluntad de Dios para el género humano, convirtiéndonos en Sus instrumentos (Cf. Isaías
45:11; Salmo 2:8).
V. Tres dimensiones de los ataques que recibimos
Los seres humanos estamos expuestos a una constante batalla con el mundo de maldad,
que categorizamos así:
a. Ataques en la mente
b. Ataques a través del ocultismo
c. Ataques en la esfera espiritual
“Una persona endemoniada no es en sí alguien diabólico, sino más bien la víctima de una
poderosa fuerza demoníaca. Del mismo modo, las estructuras sociales no constituyen en
sí mismas, algo del diablo, pero pueden estar—y a menudo lo están—controladas por
algunas personalidades demoníacas sumamente perniciosas y dominantes a las que yo
llamo espíritus territoriales.” (Wagner, C. Peter. Oración de Guerra. Editorial Betania.
EE.UU. 1993. Pg. 116)
1. Ataques en la mente
Es necesario establecer que Satanás se posesiona de la mente de quienes no tienen a
Jesucristo en su corazón pero cuando se trata de los creyentes, y sobre la base de que el
Espíritu Santo mora en su ser, nuestro adversario espiritual asedia con pensamientos,
encaminados a la tentación o a propiciar el estancamiento espiritual.
“Estas fortalezas existen en los patrones de pensamientos y de ideas que gobiernan en los
individuos, las iglesias, las comunidades y las naciones, antes que se pueda reclamar la
victoria, es necesario derribar tales fortalezas y quitarle la armadura a Satanás. Entonces
las armas poderosas de la Palabra y del Espíritu podrán zaquear la casa de Satanás con
toda eficacia.”(Frangipane, Francis. “Los 3 campos de la lucha espiritual”. Editorial
Desafío, Colombia. 1989, pg. 30.)
Tipos de ataques en la mente:
1.1. Enajenación. Es la más común, fuerte y peligrosa. La persona queda controlada por
el poder diabólico. De esta manera mente, voluntad y cuerpo quedan a merced de los
espíritus (Lucas 8:27)
1.2. Posesión. La diferencia respecto al primer estado, es que los espíritus tienen un
control parcial del individuo. Por esta razón la persona fluctúa entre tener dominio de su
5. voluntad, y los raptos en los que actúa sin saber por qué razón, de determinada manera.
(Marcos 9:17, 18).
1.3. Opresión. La palabra que mejor describe este estado mental es opresión. Desde fuera,
los agentes de satanás oprimen bien sea el área espiritual, mental o la parte física de su
víctima. Por este motivo quien enfrenta la situación puede experimentar desánimo,
cansancio excesivo, asumir una actitud negativa ante todo, o rechazar toda intervención
espiritual. Se producen bloqueos mentales, dificultad para concentrarse, o bien, diversas
enfermedades, para muchas de las cuales no hay explicación científica (Lucas 6:18).
1.4. Tentación. El enemigo ejerce influencia, mediante diversas circunstancias,
encaminada a que la persona experimente una caída espiritual. Otra manifestación son los
pensamientos de perversidad, de negativismo, lujuria (Lucas 4:13).
1.5. Fortalezas espirituales. Cuando alguien que no tiene a Cristo en su corazón, es
dominado por satanás, el enemigo genera patrones de conducta contrarias a su voluntad.
Incluso pueden tener un revestimiento de supuesta espiritualidad, tal como vemos en la
religiosidad, el fanatismo, el humanismo, la violencia, los temores o el ateísmo, entre
otros (Jeremías 9:14).
2. Ataques a través del ocultismo
Su principal manifestación es el ocultismo. Hay distintas maneras: maldiciones, conjuros,
encantamientos, hechizos, magia, riegos. Quienes se ven inmersos en este mundo, son
fundamentalmente personas ávidas de poder y experiencias sobrenaturales (Hechos
19:18, 19). Quienes ejercen tal dominio son brujos, magos, hechiceros, espiritistas,
adivinos, parasicólogos, quienes vuelven a las personas su objetivo final con la maldad,
bien porque directamente quieren destruirles o han sido pagados para realizar algún
trabajo. En muchos casos utilizan ofrendas como alimentos, granos o animales muertos,
principalmente gallinas y chivos.
Hay seudo movimientos y religiones estrechamente ligados al ocultismo. Por ejemplo la
Masonería y la Nueva Era (con sus variables)
3. Ataques en la esfera espiritual
Para desarrollar sus planes de maldad, el diablo tiene un bien organizado esquema, con
jerarquía militar, a través de la cual ejecuta sus acciones desde la dimensión espiritual
hacia la dimensión material. A continuación describimos cuál es el esquema que utiliza:
(Efesios 6:12 ss)
3.1. Satanás:Aunque fue creado por Dios, se revelo y fue echado fuera. Se le personifica
con la serpiente antigua (Apocalipsis 21), ladrón (Juan 10:10), príncipe de las tinieblas,
demonio, lucifer o diablo.
3.2. Gobernadores de las tinieblas: La Biblia los identifica como tronos o dominios.
Generalmente gobiernan grandes territorios, como países, provincias o ciudades. Ejercen
una poderosa influencia entre quienes algún grado de poder.
3.3. Principados o potestades de las tinieblas: Están sujetos a los gobernadores de las
tinieblas. Ejercen poder demoniaco en su condición de “príncipes territoriales”. Afectan
territorios y personas.
3.4. Potestades de maldad: Se les conoce como “fortalezas”. Alientan los deseos de
6. maldad de las personas. Además de los territorios, afectan las familias, propiciando su
destrucción y/o resquebrajamiento. Propician la rebeldía o división en el hogar. También
afectan a las iglesias.
3.5. Huestes de maldad: Se les conoce igualmente como ejércitos de maldad. Su principal
meta es asaltar y atacar a las comunidades, torpedeando la extensión del Evangelio.
3.6. Espíritus malignos o demonios: Constituyen el ejército de guerreros de maldad al
servicio de la estructura jerárquica de maldad. Ejecutan las órdenes del diablo. Y a su vez,
dentro de la organización, tienen determinadas jerarquías. No obstante lo anterior, Dios
tiene ángeles que nos guardan y protegen (Salmos 34 y 91).
3.7. Hombres y mujeres que sirven al diablo: Son aquellos que voluntariamente se han
entregado a la maldad. Obran conforme a los dictados de satanás. Un ejemplo lo
representan las reuniones de brujos, hechiceros, masones, practicantes del vudú, la
macumba y otros ritos en los que el centro de la adoración es el adversario. Los demonios
se convierten para ellos en “espíritus guías”.
VI. ¿Cómo ejercemos autoridad espiritual?
1. Nuestra autoridad proviene del Señor Jesucristo que mora en nuestro corazón. El Señor
Jesucristo y las Escrituras nos enseñan que debemos ejercer autoridad espiritual (Lucas
9:1,2,6; 10:19; Mateo 28:18-20; Romanos 16:20; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8, 9; Efesios
6:10-18).
2. Hay por lo menos dos condiciones para ejercer autoridad espiritual:
a. Fe, la cual debe estar fundamentada en Jesucristo (Mateo 16:16, 18, 19.
b. Unidad, tanto de convicciones de fe como propósitos (Mateo 18:19).
3.¿Cómo se manifiesta nuestra autoridad espiritual?
a. Conociendo la voluntad de Dios y obrando bajo Su poder (Mateo 16:19).
b. Ministrando con poder (Mateo 12:28).
4.Cuatro elementos que levantan impedimentos a nuestra autoridad en Cristo:
a. Falta de fe (Mateo 17:19-21)
b. Incredulidad colectiva (Mateo 6:4-6)
c. Persistir en el pecado (Gálatas 4:9; Juan 8:34, 35).
d. Las maquinaciones del adversario (2 Corintios 2:11).
5. ¿Manifestaciones poderosas de la autoridad que otorga Dios?
a. Moisés dividió el mar rojo (Éxodo 14:15),
b. Elías dividió el agua en el río Jordán (2 Reyes 2:7, 8)
c. Eliseo oró porque fuera cegado el enemigo (2 Reyes 6:17, 18)
d. Pablo declaró la muerte de Ananías y Safira (Hechos 5).
e. Los creyentes recibieron la promesa del Espíritu Santo (Hechos 1:8).
f. Testimonio de vida cristiana (Romanos 15:18, 19)
“Ese mismo fuego está descendiendo hoy mismo sobre la Iglesia levantando hombres y
mujeres ungidos en la autoridad de Dios que se pararán delante del diablo, que se
convertirán en verdaderos guerreros de oración. Soldados del ejército de Dios, capaces de
soltar la palabra, para arremeter contra las puertas del infierno y ordenar a los principados
7. y a las potestades, diciendo: <<¡En el nombre de Jesús, dejen ir al pueblo de Dios!
>>(Méndez-Ferrel, Ana. “Los cielos serán conmovidos”. Casa Creación. EEUU. 199, pg.
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