1) La familia Clarke vivía en una granja cerca de Cambridge. Molly, la madre, tenía cuatro hijos: Jackie, Diana, Roger y otro hijo.
2) Una mañana, Diana llamó para pedir dinero para el billete de tren. Más tarde, la familia se reunió para cenar, donde hubo tensiones entre los hermanos por el dinero y la herencia.
3) A la mañana siguiente, Diana encontró a Molly muerta en su cama. Llamaron al doctor Pratt, quien decidió llamar a la policía porque no estaba claro cómo murió M
Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le hubiera dado a la niña. Una vez le regaló una pequeña caperuza o gorrito de un color rojo, que le quedaba tan bien que ella nunca quería usar otra cosa, así que la empezaron a llamar Caperucita Roja. Un día su madre le dijo: “Ven, Caperucita Roja, aquí tengo un pastel y una botella de vino, llévaselas en esta canasta a tu abuelita que esta enfermita y débil y esto le ayudará. Vete ahora temprano, antes de que caliente el día, y en el camino, camina tranquila y con cuidado, no te apartes de la ruta, no vayas a caerte y se quiebre la botella y no quede nada para tu abuelita. Y cuando entres a su dormitorio no olvides decirle, “Buenos días”, ah, y no andes curioseando por todo el aposento”.
Hemos metido en un bote mágico varios de nuestros ingredientes preferidos: narrativa y cuento, ilustración, fotografía, naturaleza y niños felices disfrazados jugando a ser personajes de cuento. El resultado es una experiencia divertida, creativa y que se plasma en un bonito cuento con el que poder jugar, leer y tener un recuerdo que perdura siempre.
Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le hubiera dado a la niña. Una vez le regaló una pequeña caperuza o gorrito de un color rojo, que le quedaba tan bien que ella nunca quería usar otra cosa, así que la empezaron a llamar Caperucita Roja. Un día su madre le dijo: “Ven, Caperucita Roja, aquí tengo un pastel y una botella de vino, llévaselas en esta canasta a tu abuelita que esta enfermita y débil y esto le ayudará. Vete ahora temprano, antes de que caliente el día, y en el camino, camina tranquila y con cuidado, no te apartes de la ruta, no vayas a caerte y se quiebre la botella y no quede nada para tu abuelita. Y cuando entres a su dormitorio no olvides decirle, “Buenos días”, ah, y no andes curioseando por todo el aposento”.
Hemos metido en un bote mágico varios de nuestros ingredientes preferidos: narrativa y cuento, ilustración, fotografía, naturaleza y niños felices disfrazados jugando a ser personajes de cuento. El resultado es una experiencia divertida, creativa y que se plasma en un bonito cuento con el que poder jugar, leer y tener un recuerdo que perdura siempre.
1. Capítulo1
La familiaClarcksonvivíaenel campocercade Cambridge,másomenosa mediamilladel
pueblomáscercanoy sobre una milladel río.Tenían unacasa grande y viejaconun bonito
jardín,muchas floresymuchosárboles.
Un juevesde julioporlamañana,Jackie entródel jardín.Ellaera una mujeraltay gorda,
treintaañera.Era el día más calurosodel año,peroellallevabaunacalurosafaldamarróny
una camisetaamarilla.Entróenlacocina para coger agua para beber. Justoentoncessonóel
teléfono.
“Cambridge 1379,” dijoJackie.
“Hola.Soy Diana.Quierohablarcon Mamá.”
“Mamá no está,”dijoJackie.“Ellaestáenel doctor.”
“¿Por qué?¿Qué pasa?”
“No pasanada,” dijoJackie.“¿Porqué estásllamando?¿Vasavenireste finde semana?Mamá
quiere que todosestemosaquí.”
“Sí, yo quieroir,”dijoDiana.“Estoyllamandoporque notengodineroparael billete deltren.”
“¡Notienesdinero!¡Mamásiempre te estádandodinero!”
“Esta llamadaesmuy cara,” dijoDiana fríamente.“Díseloa Mamá por favor.Necesitoel
dinero.”
2. Jackie colgóel teléfono.Cogióuncigarrode su bolsoyempezóa fumar.Dianatenía veinte
años,la más jovende lafamilia.EllavivíaenLondres,enunahabitaciónde unacasa grande.
Quería sercantante.Cantaba muybienperoellanuncapodría conseguirtrabajo.
Jackie volvióalacocina y empezóahacer algunossándwiches.Justoentonceslapuertade
atrás se abrió,ysu madre entró.
“¡Hace mucha calor!”dijoMolly.Ellase quitósu sombrero ylo dejóenlamesa.Era unamujer
alta y morena,conbonitosojos.
Dos perrosgrandes,negrosentraronenlacocina despuésque ellaycorrierona sulado.Ella se
sentóy pusosusmanos ensuscabezas.
Jackie pusolossándwichesenlamesa.“Mamá,” dijo,“Dianallamó”.Ellaquiere dineroparael
billete de tren.”
Mollycerró susojospor un minuto.Entoncesse levantó.“estatarde quieroque tengaslacasa
listapara el finde semana,”dijo.“Ah,ypor favor, vesal pueblomástarde y consigue mis
pastillas.”
“Sí, Mamá,” dijoJackie.
Mollyfue a la puerta.
“Mamá, por favor esperaunminuto,”dijoJackie.“PedroHobbsvinoaquíestamañana.Está
muyenfadadocontigoacerca de la carta. Ha perdidosuempleo, losabes.¿Porqué escribiste a
su oficina?Quiere hablarcontigosobre esto.”
“Bien,yono quierohablarconel,”dijoMolly.Ellaabrióla puerta.
“PeroMamá, no lo entiendes.Tiene 17años y erasu primerempleo.Estámuy,muyenfadado.
Él dice…¡él dice que va a matarte!”
3. Mollyno contestó.Salióde lahabitaciónycerróla puerta.
Capítulo2
Eran las siete enpuntodel sábadoporla tarde.Jackie se hallabaenlaventana.Un coche fue
despaciohacialapuerta principal yparó.Un hombre altocon el peloblancosalió.Era Alberto,
el maridode la hermanade Molly.
“Aquí estáel tío Alberto,”dijoJackie.“Siempretarde.”
Ellasalióde la habitaciónyabrióla puertaprincipal.Albertoentróyfue de inmediatocon
Molly.
“Ay,Dios.Llegomuytarde. Lo siento,”dijoAlberto.“¡Cincuentaañoshoy!¡Qué bonito
vestido!”
Mollyno sonrió.“GraciasAlberto.Todosnosestamoshaciendomayores.”Esanoche ella
llevabaunvestidolargonegro,ylosdosperrosestabansentadosasus pies.“Ya estamos
todos. Vayamosdentroa cenar,”dijoella.
Todosse levantaronyfueronala mesa.
“La mesatiene buenaspecto,Jackie.¡Qué maravillosasflores!”dijoDiana.Ellaeraunachica
bonita,conlargo pelonegroyojosazul oscuro.Llevabaunvestidorojolargo.
Albertose sentóal ladode Roger.Roger erael hijode Molly,su segundohijo.Él vivíaen
Cambridge,enunacasa cara.
“AlguienllamadoPedrome paróbajoenla carretera,”dijoAlberto.“¿Quiénes?Estámuy
enfadadocontigo,Molly.”
4. “Eso era PedroHobbs,de la casa del otro ladode la carretera,”dijoJackie rápidamente.Miró
al otro ladode la mesaa Molly.“Él perdiósuempleolasemanapasadayestá enfadadocon
todoel mundo.”
“Es Mollyque no le gusta,” dijoAlberto.
Mollyno dijonada.Todosempezaronacomer.
“¿Cómoestá latía Ana?”preguntóJackie.
“Está mucho peorahora,” dijoAlberto.“Ellaestáenlacama todoel tiempo.Necesitauna
enfermera24 horasal día.”
“Lo siento,”dijoMolly.
Albertoparóde comer y miróa Molly.“Es muy difícil ycaro, losabes.Anase siente triste
porque tú nola visitas,Molly.Te quiere mucho.Túeressuhermanapequeña,losabes.”
Mollycerró susojospor un minuto.“Losé, Alberto.Tengo50años, perosiempre soysu
hermanapequeña.Bien,podemoshablarde estomástarde.”
Albertose rió.“Ahsí, podemoshablarmástarde.Siempre esmástarde contigo,Molly.
Siempre mañana.Nuncahoy.”
Jackie miróa su madre.Su madre se enfadóconAlberto.A Mollynunca le gustóhablarde su
hermanaAnay no le gustaba visitarlaporque ellaestabamuyenferma.
“Es un bonitovestido,Diana.¿Esnuevo?”preguntóJackie.
5. “Gracias, Jackie.Sí,es nuevo,ymuycaro. Lo compré el miércoles,”dijoDiana.Ellasonrióa
Jackie.
“Todas tus cosasson caras,” dijoJackie.Ella recordólallamadatelefónicadel juevessobre el
billete deltren.
“No me gustanlas cosas baratas,”dijoDiana.“Y voya necesitarmásdineropronto.Quieroira
América.Puedesayudarme,Roger?”
“Ay no,”dijoRoger.“Nadie quiere ayudarte,Diana.A ti no te gusta trabajar,todos losabemos,
perotodosqueremosque encuentresunempleo.”
Dianase rió.“No importa,Roger.Nonecesitotuayuda.Mamá siempre me ayuda.Mamá esla
que más me quiere.”Ellade repente sonrió,unarápida,bonitasonrisa.Pero susojoseran
fríos.
Jackie miróa su madre.La cara de Mollyestabablanca.Jackie no loentendía.¿Estabasu
madre asustadade Diana?Jackie queríaque su madre estuvierafelizhoy.
“¿Quieresmáscarne,tío Alberto?”preguntóJackie.“Roger,¿puedesponernosmásbebidaa
todos?”
Rogerse levantóyempezóaservirmásvinoa todos.“Es unbuenvino,”dijo.
Mollysonriópor primeravez.“Sí,tu padre amaba este vino.Él lo bebíaa menudo.”
“Sí,” dijoAlberto,ymiróa Molly.“Caro, también.”
“Te gustaría conoceral señorBriggseste finde semana,Roger?”preguntóJackie rápidamente.
“Él esel hombre nuevode lagranja. Él quiere conocerte.”
6. “¿Briggs?¿Briggs?”dijoMollyde repente,enfadada.“Nome hablesde ese hombre.Nome
gusta.Él quiere lamitadde mi jardínpara su granja. Necesitamástierra,dice.Nole quieroen
mi casa. Siempre estásucioytiene mal losdientes.”
Jackie se levantóycogiósu bolso.“Perdonadme,quierouncigarro.”
“¡Cigarros!Siempre tienesuncigarroentu boca,” dijo Molly.“Esono me gusta. Loscigarros no
son buenosparati.”
Jackie empezóafumar.Ellaestabaenfadadaperonodijonada. Queríaque su madre estuviera
contentaesatarde,peroeso eramuy difícil.
Rogerbebióunpoco más de vino.“Bien,Mamá,puede que el señorBriggstengarazón.El
jardín esmuy grande,túlo sabes,”dijoél.“Esmuchotrabajopara ti.La casa esgrande
también.Ahoratienes50años.Necesitastenermáscuidados.”
“¡Roger!Yo no necesitounaenfermera,¡losabes!Trabajoenel jardíntodoslosdías; me
sientofelizallí.”Mollyse levantó.“Sé que todosqueréismi dinero.Venísaquípara comer
gratis,vosotrosnoqueréisverme.Nome queréis.Vosotrosqueréismi casa,y mi dinero. Bien,
todovosotrospodéisesperar.Nadievaa tenermásdineromío,¡no antesde morirme!”
“¡Nodigas eso,Mamá!” gritóJackie.
Mollycruzó la habitaciónyfue a lapuerta.“Ahora estoyenferma.Voyalacama arriba.”
Mollydejólahabitación.Nadie se movió.
“Un día voya matar a esa mujer,”dijoDianaenvozbaja.
Rogermiró a Dianapero nodijonada. Albertomoviósucabezalentamente de arribaabajo.
“¡Enferma!Está enfadada,esoestodo,”dijoél.“Mollysiemprese enfadaporel dinero.¿Por
qué no puede serbuenaconsu hermana?Anava a morir pronto.Mollylosabe.”
7. Jackie acabó sucigarro y se levantó.“¿Osgustaría café?Venidala cocina ybeberloallí.”
Capítulo3
La mañanasiguiente temprano,lacasaestabasilenciosa.De repente huboun gritodesde la
habitacióndel ladode lade Roger,la de su madre.Rogerabrió losojosy miróel reloj.Eran
cerca de las7. Salióde la cama y abrió lapuertasilenciosamente.Al mismotiempolapuerta
de la habitaciónde sumadre se abrióy salióDiana.Su cara estabamuy blanca.
“¡Roger!¡Es Mamá! Le lleve unatazade café y la encontré muerta.Estámuerta…muertaen su
cama,” gritó.
Rogerfue rápidoa la puertade lahabitaciónde su madre y miródentro.La ventanaestaba
abierta,perolahabitación estabacaliente.Mollyestabaenlacama, con unamano debajode
su cabeza.Rogerfue al otro ladode la cama y pusosu mano ensu brazo.Estaba frío. En la
mesitadel ladode lacama había una taza caliente de café yotra vacía.
“Voya llamaral doctor,” dijoDiana.
“Está muerta,”dijoRogerlentamente.Sucara tambiénestabablanca.“¡Mamá estámuerta!”
Dianacruzó la habitaciónhastala puerta.“Voya llamaral doctor,”dijode nuevo.
“¡Esperaun minuto!”lallamóRoger.“Vamosa contárseloprimero ala familia.”
“¡A lafamilia!¡Nadie queríaaMamá!” Diana salióycorrió escalerasabajo.
Rogerfue abajodespaciodespuésde ellayparó enel teléfono.“Noesverdad,¡Roger!¡Mamá
muerta!Papá murióel inviernopasado,¡yahoraMamá!” Dianaempezóa llorar.
8. “No lloresDiana,”dijoRoger.“Vamosarribaa contárseloal tío Albertoya Jackie.”
“¡No!¡Tú cuéntaselo!NadiequeríaaMamá. Tú no losientes.¡Mírate!Tú quieressudinero.
Eso estodo.”
Rogerde repente quisopegaraDiana.“¡Cállate!”,le dijo.“¿Qué pasacontigo?Túnoquerías a
Mamá, tú querías sudinerotambién.¡Noloolvides!”
“Es verdad,”dijoDiana.“Ay,no puedoestarenestacasa. Voya salir.Voyal río con losperros.”
“No,”dijoRoger.“El doctor va a veniry quieroque estésaquí.”
Dianano dijonada.Entró en lacocina y a la vezlosperrosse levantaronyfueronhaciaella.
“¡Bonitosperros!Papáos queríay Mamá os quería.Ahoraos voya quereryo.”Abriólapuerta
trasera y salióconlosperros.
Rogerno se movió.Permanecióenel teléfono.“Esverdad,”pensó.“Estoycontentoconel
dinero.Yonecesitabael dinero,yahorasoyrico.Las cosas vana sermás fácilesparamí. Pero
Mamá… ¿Porqué no la quise?Ahoraestámuerta.”Lentamente Rogersubióarriba.Quería
vestirse antesde que llegarael doctorPratt.
El doctor Prattera un pequeñohombre gordoconpocopelo.Era el médicode familiay
conocía muy bienatoda la familiaClarckson.Él subióarribade inmediatoymiróel cuerpode
Molly.Miró cuidadosamentelataza de café y lavacía enla mesita.
“Lo siento,Roger,”dijo.“¿Dónde estáDiana?Ellame llamó.”
“Ellasaliócon losperros,”dijoRoger.“Estaba enfadadaconmigo-enfadadacontodos.”
El doctor Prattno dijonada por unminuto.“Vaa sermuydifícil.Voya llamara la policía,
Roger.”
9. “¡Policía!¿Porqué?¿Qué pasa?”
“No losé.Tu madre noestabaenferma.La vi el juevesyestabamuybien.¿Porqué ha
muerto?Nolo entiendo.Yoquieroaveriguarlo.”
Rogerfue hasta la ventanaymirófueraal jardín. Era una bonitamañanade verano.El cieloera
azul y el jardín verde.Todoestabamuycallado.Sumadre amabaeste jardín.PeroTomás
Briggsquería el jardín.Y Rogerquería el jardíntambién.Rogerempezóasentirse peorypeor.
“Tú madre tomabapastillasparadormir,”dijoel doctorPratt. “¿Lo sabías?El juevesella
compró unanuevabotellade pastillas,peronolaencuentroaquíensu habitación.”
“No losabía,” dijoRoger.“Muy bien.Vesabajoyllamaa la policía.”
Rogerfue a la cocina e hizocafé.JustoentoncesentróDianacon losperros.
“Roger,”dijo.“Mira, losiento.Estabaenfadadaydije cosasfeas.”
“No importa,”dijoRoger.“Aquítienes,tomaunpocode café.El doctorPratt estállamandoa
la policía.¿Sabesque Mamá tomabapastillasparadormir?Bien,labotellanoestáensu
habitación.”
“¿Qué?Nolo entiendo.”Dianacogióel café y empezóabeber.Susojosestabangrandesy
oscuros.
Justoentoncesel doctorPratt entróenla cocina.“Van a venirde inmediato,”dijo.”Diana-lo
sientoporlode tu madre.”
“Doctor Pratt, quierohablarle sobre anoche.Todosestábamosmuyenfadados…”
10. “¡Cállate!”dijoRogerrápidamente.
“Diana nuncapiensaantesde abrirla boca,” pensóenojado.
Dianano miró a Roger.“Anoche Mamá se fue a lacama tempranoporque todos…”
“No me locuentesa mí,” dijoel doctor.“Puedescontárseloalapolicía.”
La cara de Rogerse pusoroja. De repente el sintiómiedo.“Lapolicíava a hablar con todos,y
va a hacer preguntas,”él pensó.“Yvan a quererrespuestas.Vaasermuy difícil.”Acabósu
café y se levantó.
“Voyarriba,” dijo.“Voya contar a tío AlbertoyJackie lode Mamá… y lo de la policía.”
Capítulo4
La policíallegómuyrápido.Algunosde ellosconcámarassubieronarribaa lahabitaciónde
Molly.Dos detectiveshablaronconel doctorPratten la cocina.La familiaesperóenel salón.
Era undía calurosoy de nuevolasventanasestabanabiertas.Losperrosse sentaron
silenciosamente enlospiesde Diana.Nadiehablaba.Jackie fumaba.Esperaronunbuenrato.
De repente lapuertase abrióy entrarondosdetectives.
“Buenosdías. Soyel detective inspectorWalshyeste esel sargentoFoster.”El inspectorno
sonrió.Era un hombre grande conun viejotraje yun abrigoy una chaquetanegra.Llevaba
abrigoporque él teníafrío. “Anoche alguienpusopastillasparadormirenla leche calientede
la señoraClarckson.Nosotrosvamosainterrogara todos,y necesitamosunahabitación,por
favor.”
Rogerse levantó.“SoyRogerClarckson.Puedenusarlaviejaoficinade mi padre.Vengan
conmigo,estálargode aquí.”
11. La oficinanoerauna habitacióngrande,perohabíauna mesay 3 o 4 sillas.Rogerabrióla
ventana.
“Primerome gustaría hablarcon su tío, Alberto King,”dijoel inspectorWalsh.Él se quitósu
abrigoy su sombreroyse sentódetrásde la mesa.
“Por supuesto,”dijoRogerysalióde lahabitación.
El sargentoFosteresperójuntoala puerta.Era un hombre muyaltoy jovenconel pelonegro
y bonitasonrisa.Noestabamuycontentoporque él normalmentejugabaal tenislosdomingos
por la mañana.Él erauno de losmejoresjugadoresdel Clubde Tenisde Cambridge.
Albertoentróyse sentó.
“Voya hacerle algunaspreguntas,señorKing,”dijoel inspector,”yel sargentoFostervaa
anotarlas.”
Albertomirósuspies.“Sí,sí. Es su trabajo.Lo sé.”
“Cuénteme sobre anoche,”preguntóel inspectorWalshsilenciosamente.“Estuvoenfadado
con la señoraClarckson.”
Albertomiróal inspectorWalshprimero.”Sí,loestuve.Todoel mundoestabaenfadado.Roger
estabaenfadado.Dianaqueríadineroparair a América.Entonceshayun hombre llamado
Tomás Briggs…ÉL queríamediojardínpara su granja. Mollyerauna mujerrica.Yo necesito
dineroporque mi esposaAna -lahermanade Molly- estámuyenferma.Yole conté estoa
Molly.”
“¿Qué paso después?”
“Bien,Mollyestabaenfadadacontodosy subióarriba.Nosotrosfuimosala cocinapara tomar
el café.Jackie queríaque todossubiéramosadecirle buenasnochesaMolly.Ellavive aquícon
12. Mollyasí que quería que Mollyestuvieracontenta.Rogeral principiodijoque no.Estaba
enfadadoyno queríaver a su madre.”
“¿Y ustedvioa Mollyen su habitación?”
“Sí. Estaba cansado y subíarriba el primero.Fui a lahabitaciónde Mollyy le pregunté porel
dinerode nuevo.Perono -nohabía dineroparasu hermana-.”Albertoparóypusosus manos
sobre susojos.
El inspectorWalshobservoaAlbertoporunminuto.“¿Oyóruidosdespuésde ira lacama?”
“Todos fueronala habitaciónde Mollya decirle buenasnoches,creo.Mástarde oí a alguien…
Él - o ella- fue abajo.Eso fue sobre medianoche.
“Muy bien,señorKing.Gracias,puede marcharse ya.”Albertosalióde lahabitación.
El inspectorWalshpusosusmanosdetrásde sucabeza.“¿Qué hora es?Estoyhambriento.
Estamosenterándonosde mucho,peronecesitounpocode café.”
“¿Voya la cocina?” preguntóel sargentoFoster.
“Ah,no. Más tarde. Vamosa verprimeroa Jackie Clarckson.”
Jackie entróy se sentó.Ellamiróbajoa susmanosy no dijonada.
“Hemosencontradolabotellade pastillasde dormirde sumadre enla habitaciónde Diana,”
dijoel inspectorWalshde repente.Entoncesesperó.Lacara de Jackie nocambióy ellanodijo
nada.“Dígame, ¿su madre comprabapastillasde latiendaenel pueblo?”
“Sí. Mi madre normalmente tomabaunapastillaparadormircada noche así que necesitaba
muchaspastillas.A vecesellalascomprabade latienda,a veceslohacía yo. El juevesle
13. pregunté aPedroHobbspara que él las comprara. Él vive enlacasa del otro ladode la
carretera,y va al puebloamenudoensubicicleta.”
“Ya veo.Sumadre quería estaren estacasa. ¿Qué hay de usted?¿Queríamudarse?”
Jackie miróhaciaarriba por un minutoyentonceshaciaabajoa sus manosde nuevo.“Estaes
la casa de mi madre.Yo queríaa mi madre.Ellaera buenaconmigo.”
“¿Vioa su madre ensu habitaciónanoche?”
“Sí, todosla vimos.Dianahizoleche calienteyse lallevóa Mamá. Ellanormalmente bebíauna
taza de leche antesde dormir.”
El inspectorWalshpusosusmanosdetrásde sucabeza.
Jackie estabamuycallada.“¿Qué dijosumadre?”
Jackie abriósu bolsoybusco uncigarro. “¿Puedofumar?”
“Por supuesto.Estaessu casa,” dijoel inspectorWalsh.Él miróa Jackie.“¿Qué dijosu
madre?”preguntóde nuevo.
“Ellaquería bajar de nuevo.Recordóa losperros -ellaqueríahacerlesalgode cenar.Yo fui a mi
habitaciónyellabajó.”
“¿Eso a que hora?”
“No lorecuerdo.Sobre medianoche,creo.”
14. “¿Y la taza de leche caliente?”
“Estaba enla mesitade su cama.”
“¿Necesitabaustedel dinerode sumadre?”
“No,inspector.El dineronoera importante paramí. Hay cosas más importantes,”dijoJackie
envoz baja.
“Bien,sutío Albertoqueríadinero.TomásBriggsqueríael jardín.¿Ustedno quería nada?”
Jackie acabó sucigarro y miróarriba al inspector.Susojosde repente estabanenfadados.“No
olvidenaPedroHobbs.Perdiósuempleopormi madre.Él queríamatarla,lo saben.¿Y que hay
de Diana? Ustedesencontraronlabotellavacíaensu bolso.”
El inspectorWalshescuchócuidadosamente.“Vamosainterrogara todos,señoritaClarckson.”
Jackie nodijonada por unminuto.“¿Le gustaría tomar algúnsándwichy café,inspector?”
“¡Ah!Sí, ¡por favor!”dijoel inspectorWalshcalurosamente.“Me gustaríansándwichesycafé
mucho.”
Jackie abandonólahabitación.El inspectorWalshpensóenella.¿Porqué estabade repente
enfadada?La habitaciónestabaensilencio.
Capítulo5
Despuésdel café ylossándwiches,el inspectorWalshllamóaRogerClarcksona laoficina.
Rogerentróy se sentó.El inspectorempezóde inmediato.
15. “Ahora,señorClarckson.¿Porqué estabasu madre enfadadaanoche?”
“Esta casa esmuygrande,”dijoRoger.“Era muchotrabajopara Mamá. Yo quería que se
mudara.Perono, ellaamabala casa y el jardín.No quería mudarse.”
“Hábleme de sutrabajo,señorClarckson.Sumadre está muertay ahora ustedesrico.
¿Necesitael dinero?”
La cara de Rogertuvomiedode repente.“¿Qué estádiciendo?Yonomaté a mi madre.Yo
necesitoel dinero,esoesverdad.Unamigoy yo queremosedificardiezcasasaquí,eneste
jardín.Podemosganarmucho dineroconellos.Asíque yoquería que Mamá vendieraesta
casa. Es verdad.Peroel señorBriggsquería mediojardín,también,ustedessaben,parasu
granja.”
El inspectorWalshmovióunlápizenlamesa.“Cuénteme,¿qué pasóarriba?¿Ustedfue ala
habitaciónde sumadre?”
“Sí, yo fui.Queríadecirbuenasnochesa mi madre.”
”¿Hablóde lacasa de nuevo?”
“Sí, lo hice.Otravez,elladijoque no.Ellaamaba lacasa y noquería venderla.”
El inspectormiróa Rogerdurante unminuto.“Ya veo.Encontramosla botellavacíade pastillas
enla habitaciónde Diana,señor Clarckson.”
La cara de Rogerno cambió.“¿Eh?Alguienlaspusoallí.Dianano matóa mi madre,losé.Ella
encontróel cuerpo.”
“Muy bien.Me gustaría vera Diana ahora.”
16. Rogerde levantóysalióde lahabitación.
El inspectorWalshse levantóypusolasmanosen susbolsillos.
Fue a la ventanay mirófueraa losárboles.¿Porqué Rogertuvo miedo?¿Eraimportante?Él
miróal sargentoFoster.
“Mañana porla mañana,vesa laoficinadel señorClarckson -tútienesel nombre,”él dijo.“Haz
algunaspreguntassobre él,sobre sutrabajo,amigos,dinero.”
El sargentoFosterloanotótodo.“Sí, inspector.”
“Un buendía para el tenis,¿sargento?”
El sargentoFosterrío. “Nodigaseso.No esfácil,losabes.Nome gusta sentarme aquímirando
el sol.”
Dianaentró enla habitaciónyse sentó.Ellamiróal sargentoFosterysonrió.“Le vi enel club
de Tenisel mespasado,creo.Usted juegamuybien.”
La cara del sargentoFosterse pusoroja. El inspectorWalshle miró.“Ahsí. Un rápidoy
excitante jugadores el sargentoFoster.”
Dianasonrióde nuevoyla cara del sargentoFosterse pusomás roja.
“Bien,señoritaClarckson,”dijoel inspectorWalsh,“quieroque me hable de anoche.”
Dianaparó de sonreír.“Ah,yo puedohablarlessobre anoche.Nopuedopararde hablarde
eso.Todosestábamosenfadados.Mamáse fue a la cama prontoy yo hice leche caliente para
ella.Todosestábamosenlacocina,y PedroHobbsentró.Él casi rompe la puertatrasera.”
Dianaparó.
17. “¿Sí?”
“Él estabamuyenfadadoporla carta. Quería matar a Mamá. ¿Vanustedesahablarcon él?”
“Nosotrosvamosa hablarcon todo el mundo.”
“Bien.TomásBriggs entróenla cocina,también.¿Vanahablar conél?”
“Yo estoy haciendolaspreguntas,señoritaClarckson.¿Cuándole llevólaleche arriba?”
“Yo subí despuésde Roger.”Ellaparópor un minuto.Entoncesempezóde nuevo.“Nome
gustabami madre,inspector.Ellamatóa mi padre,losabe.El pasadoinvierno,despuésde
Navidad,ellachocóel coche enun árbol y mató a mi padre.”
El inspectorWalshmirócuidadosamente lacarade Diana.“Ya veo.¿Asíque ustedquería
matar a su madre?”
Dianarió. “Yo quería matarla,perono lohice.Puedocontarle muchascosasde esta familia,
inspector.Todoel mundoqueríaque Mamá muriera.El tío Albertoqueríael dineroparasu
esposa,Ana.Y entoncesmi hermano.
Él necesitabaunmontónde dinero.Tieneunacasa y uncoche caros. Y piense enJackie.
¿Ustedsabe que a Jackie nole gustabaMamá? Hace muchotiempo,unchicoagradable
trabajóaquí. Era el jardinero.Jackie le queríamucho,peroMamádijoque no. ¡Un jardinerono
era unbuenmaridopara una chica Clarckson!”
El inspectorWalshescuchócallado.Todoestoeramuyinteresante,¿peroeraimportante?A lo
mejor.¡Vayafamiliafelizque eranlosClarckson!
18. “Encontramosla botellade pastillasparadormirentuhabitación,”dijoel inspectorenvoz
baja.Él mirósu cara cuidadosamente.
Dianase levantóde repente,sucaraestabaenfadada.“¿Qué?¡Yono lapuse allí!¡No voya
escucharesto!”ellasaliocorriendode lahabitación.
“Bien,bien,bien,”dijoel inspectorWalsh.“Le gustas,sargento.Necesitastenercuidado.”
El sargentoFosterrióperosu cara se pusoroja de nuevo.
“Alguienpusolaspastillasparadormirenla leche caliente de Molly,”dijoel inspector.“Todala
familiaestabaenlacocinaanoche.PedroHobbsy Tomás Briggsestuvieronallí.Unode ellos
mató a Molly.”
El inspectorWalshcogiósusombreroy suabrigo.“Vamos.Tenemosque hablarconPedro
Hobbsy Tomás Briggs.Vamosa tomar más café primero.Me gustaría unsándwich,también.
¡Tengohambre otra vez!”
Capítulo6
Ellosencontrarona PedroHobbsdebajode sucoche -unviejocoche verde.Se levantó
lentamente.Él llevabaunospantalonesazulesviejosyunacamisetanaranjasucia.
“Queremoshablarsobre laseñoritaClarckson,”dijoel inspectorWalsh.
“Ah,es sobre ella,”dijoPedroHobbs.Él miróal inspector.“Sé que hamuerto.Alguienenel
pueblome locontó.”
“¿Por qué fue ustedanoche a casa de losClarckson?”
19. “Jackie queríaque yo fueray vieraa su hermano,Roger.`Estásenfadado,'me dijoella.`Veny
díseloa Roger.'Yo fui a lacasa peronadie me abrióla puerta.Asíque hice mucho ruidoy
entoncesme abrieron.LaancianaseñoraClarcksonno estaba.Peroyose loconté a Roger.¡Se
loconté a todos!”Pedrogolpeóel coche consu mano.“Yo queríamatar a esamujer.Perdími
empleo,mi primerempleo,porsuculpa.El mespasadoyo estaba enun problemaconla
policíay esamujerescribióunacarta a mi oficinacontándoleslode lapolicía.¡Quería
matarla!”
“¡Tranquilícese!”dijoel inspectorWalsh.“¿Qué pasódespués?”
“Jackie me diocafé,perosu hermanono me escuchó,”dijoPedroenfadado.“EntoncesTomás
Briggsentró.Él quería hablarcon Rogertambién.PeroRogernole escuchó.Jackie estabamuy
triste -casi llorando.Entoncesregresé ami casa.Eso es todo.”
“Ya veo.Ahorahábleme de laspastillas.¿Fue ustedal puebloel jueves?”
“¿Pastillas?Ah,sí.Ya recuerdo.Jackie queríaque compraradel pueblolaspastillasde su
madre.Yo voyal puebloenbicicleta -estecoche nofunciona.”
“Gracias, Pedro.Esoes todo.”
“¿Eso estodo?” Pedrorióenfadado.“Ustedesvanavolver,¡losé! ¡Conozcoa lapolicía!”
La granjade Tomás Briggsestaba cerca de mediamilla,cercadel río.No era unagranja grande,
y la casa era viejayestabasucia.
“No haymucho dineroaquí,”dijoel inspectorWalsh.
Tomás Briggsera un hombre joven,sobre los treinta,conlasmanossuciasy una mala
dentadura.“¿Qué pasa?Perdónenme,estoycenando,”él dijo.
20. “Podemosesperar.Acabe sucena,”dijoel inspectorWalsh.“Queremospreguntarle unaodos
preguntassobre anoche.“Venganyesperenenlahabitaciónprincipal.
El inspectorWalshmirólascosas de la habitaciónprincipal.Habíauna viejatelevisiónen
blancoy negro,y algunoslibrossobre lamesa.Había unafoto de una felizchicajovenconel
pelolargoy marrón enla mesa,también.El inspectorWalsh mirólafotounbuenrato. ¿Quién
era lachica?
Tomás Briggsvolvióala habitaciónprincipal.
“¿Ha acabado?” Preguntóel inspector.“¿Sabe ustedque laseñoraClarcksonhamuerto?”
Tomás Briggsse sentóde repente enlasillamáscercana.
“¿Qué?¿Cómo murió?¿Cuándoha pasado?Yo estuve allíanoche.”
“Ellamurióanoche o pronto estamañana.¿Qué hizoustedanoche?”
“¿Yo? ¿Porqué me estánpreguntandoamí? Fui a veral señorClarckson -Roger.Estoy
perdiendodineroenestagranjaynecesitomástierra.Yo quieromediojardínde laseñora
Clarckson.”
”Usted entróenla cocina.¿Qué hizodespués?¿Puede recordarlo?”
Tomás Briggsmiróal sargentoFostery entoncesvolvióamiraral inspector.“Lorecuerdo
perfectamente.Todalafamiliaestabaenlacocina.PedroHobbsestabatambién.Yohablé con
Roger.Él queríaque su madre vendieralacasa. Peroél queríala tierra.Él noquería que fuera
mía. Peroahora la señoraClarcksonestámuerta.¿Qué va a pasar ahora?”
El inspectorWalsh se levantóycogiólafoto de la chica de la mesa.“¿Quiénes?
21. Tomás se pusocolorado.“¿Quién?¡Ah!Esuna amiga.No es…Fue hace muchotiempo.”
Los dosdetectivesvolvieronalacasa de losClarcksona travésdel jardín.Era bonito,verde y
silencioso.El inspectorestabacansadoyhambriento.¿QuiénmatóaMolly?Él sabía la
respuestaahora,peronecesitabahacerunao dospreguntasmás.
“Vamos,sargento,”dijo,yse pusosu sombrerode nuevo.“Mañanaes unnuevodía.”
Capítulo7
El lunesporla mañanael sargentoFosterfue a la oficinade Rogere hizoalgunaspreguntas.Y
entoncesacasa de Albertoyhizounasmás. El inspectorse sentóensuoficinayllamópor
teléfono.Hizollamadassobre PedroHobbsyTomásBriggs.Y entoncestomócafé y
sándwiches.
A lastres enpuntolosdos detectivesfueronencoche ala casa de losClarckson.
“Me gustaría ver a todos,”le dijoa Roger.
Todosentraronen el salóny se sentaron.
El inspectorWalshse pusode pie delante de laventanaylesmiró,unoa uno.“Quierohablar
con vosotros.Alguienmatóa MollyClarckson.Alguienpusopastillasparadormirensuleche
caliente ylamató. Nadie queríacontarme laverdaderahistoria,peroahorayose lahistoria
verdaderayvoy a contárosla.”
Los dosperros entrarondespacioenlahabitaciónyse sentarona lospiesde Diana.Había
muchosilencioenlahabitación.
El inspectormiróa Alberto.“SeñorKing,suesposaestámuyenfermaynecesitauna
enfermera.Ustedme contóeso.Ustednome hablóde su casa. Vaa vendersucasa el próximo
mesporque necesitael dinero.”
22. Albertoestabaenfadado.“El añopasadole pregunté al maridode Mollypor dinero,yme dijo
que sí. Peroentoncesél murióenunaccidente.”
“¡Accidente!”gritóDiana.“Esono fue unaccidente.¡Mamámató a Papáporque ellaqueríasu
dinero!”
“Vamosa hablar de usted,Diana,”dijoel inspector.“Visitabaasumadre cada mesy aceptabas
su dinero.El mespasadoellale diodineroparasu televisión.Este mesle hadadopara el
teléfono.Todoslosmesesustedle decíaasu madre:`No fue unaccidente;túmataste a Papá.
Voya contárseloa la policía.'Sumadre estabaasustadade la policíaasí que le dabaa ustedel
dinero.Peroal final ellaqueríapararte.Se locontó a doctor Pratt.No más dinero,se lodijoal
doctor Pratt el jueves;yel sábadoellamurió.Ustedle llevólaleche caliente asumadre -¿qué
le dijoella?”
Dianaempezóa llorar.“¡Yo queríaa Papá! Él siempre me dabadinero;él me quería.Era Mamá
-ellanoqueríaa Papáy ellanome quería.”Diana paró.Los perrosse levantaron yfuerona la
puerta.“Es verdad,yocogí muchodinerode Mamá. El sábadoellame dijo -nomás dinero.Yo
quería matarla,perono lohice.”
Los perrosvolvieronde nuevoalospiesde Diana.
El inspectorWalshmiróa Roger.“El señorClarcksontambiénnecesitabadinero.”
Rogerse pusorojo.“¡Nose lodiga!¡Por favor!”
“El señorClarcksonperdiósutrabajoel mespasado.Él no tiene dinero.Peroél tieneunacasa
cara y uncoche caro. A él le gustanlas cosascaras.”
Sus hermanasle miraron,peroRogerpusosusmanossobre sus ojos.“¡Nohable conmigo!”
“¡Eso no importaahora!”dijoDiana.“Mamá estámuertay nosotrostenemosmuchodinero.
No necesitasuntrabajo.”
23. La cara de Rogerse pusoroja de nuevo.“¡Cállate,Diana!”
“Ahora,”empezóotravezel inspector.“PedroHobbsesun jovenhombre muyenfadado.La
señoraClarcksonnofue muy agradable conél.Él comprólas pastillasparadormirde la tienda.
¿Peropusoél las pastillasenlaleche caliente?Yocreoque no.Tomás Briggsquería medio
jardín para su granja.Él estabaenla cocina anoche.¿Pusoél laspastillasde dormirenlaleche
caliente?Creoque no.”
De repente empezóallover.Porunminutotodosmirarona travésde la ventana.Jackie sacó
un cigarro de su bolsoyempezóafumar.
“Peroalguienqueríaque PedroHobbsentraraenla cocina esanoche.Ellaquería que todosle
vieranyle escucharan,”dijoel inspectorWalsh.
“¿Ella…?No loentiendo,”Rogerempezó,yparó.
El inspectorWalshse movióhacialaventanay se sentó.“Voya contaros la verdaderahistoria
ahora. SeñoritaClarckson,ustedqueríaque PedroHobbsentraraenlacasa esanoche.Él
estabamuyenfadadoconsu madre por lo de la carta. Él dijo:`Quieromatarla.'Y ustedquería
que todoslo escucharan.¿Porqué?”
La cara de Jackie se pusoblanca.“¡Noes verdad!¿Qué hayde Diana?¡Ustedesencontraronla
botellavacíaen subolso!”
Dianase levantó“¿Enmi bolso?¡Jackie!¿De qué estáshablando?”
“Cállese,porfavor,ysiéntese,”dijoel inspector.Él miróaJackie.“Es verdad:nosotros
encontramoslabotellaenel bolsode Diana.¿Perocomolosabe usted?Nosotrosnose lo
contamos.”
“Sí lohicieron…antes…¡ustedesme locontaronantes!”
24. “No.Nosotrosencontramoslabotellaenhabitaciónde Diana.Nosotrosle contamoseso.
Ustedhablódel bolsode Diana;nosotrosno se lo contamos.El sargentoloanotó todo.”El
inspectorWalshmirócuidadosamente aJackie.“Hace muchotiempo,ustedconocióaTomás
Briggs.Él era el jardineroaquíy ustedle quería.Peroa su madre no le gustaba.”
Jackie pusosusmanos ensu cabeza.“¡No!¡No!”
“Nosotrosencontramosunafoto -unaviejafoto- enlacasa del señorBriggs.Ustedera joven
entonces,ysupeloera largo,y ustedle quería.Él le quería a usted,también,peroél notenía
dinero.Él queríael jardín para su granja,él quería dinero,él laquería.Perosu madre dijono.
En fin,ustedqueríamatar a su madre… yustedla mató.Su madre fue abajoa verlosperrosy
ustedpusolaspastillasparadormiren suleche caliente. Mástarde,ustedpusolabotellavacía
enel bolsode Diana.”
Jackie se levantó.Susojosestabanoscurosyasustados.“¡Ustedesnoloentienden!”ellagritó.
“Mamá no me daba nada… todosesosaños.Yo quería serfeliz…estarconTomás. Eso estodo.
Yo amo a Tomás, y él me ama. PeroMamá dijoque no. Siempre no.”Entoncesellaempezóa
llorar.Nadie lamiraba.
Jackie se marchó de la casa enun coche de policía.El inspectorWalshmiróyentoncescaminó
despaciohaciasu coche.Él estabacansadoy tenía hambre.Paróy miróatrás a lacasa.
“Bien,”le dijoal sargentoFoster,“al final,ellostienesdinero:Alberto,Roger,Diana.Todosson
ricosahora. ¿Perovan a serfelicesahora?”
Él entróenel coche.“Vamos,”dijo.“Tengohambre;necesitounsándwich.”
Fin