Tres asesinos esperan a Banquo y su hijo Fleance para atacarlos, como Macbeth les ordenó. Cuando Banquo y Fleance llegan con una antorcha, los asesinos los atacan. Banquo es asesinado pero Fleance logra escapar. Los asesinos se van frustrados porque solo completaron la mitad de su tarea de matar también a Fleance.