Este documento cuenta la historia de Jacqueline Saburido, quien sufrió quemaduras graves en el 60% de su cuerpo en un accidente automovilístico causado por un estudiante de 17 años que conducía ebrio. Desde entonces, Jacqueline ha tenido que someterse a más de 40 operaciones y aún requiere tratamiento continuo por las lesiones que sufrió. El documento enfatiza los daños irreparables que causa conducir bajo la influencia del alcohol y pide a los lectores que no conduzcan si han bebido.