El documento describe la situación política en el Partido Verde Ecologista de México en el estado de Jalisco. Se acusa a Enrique Aubry, diputado del partido, de haber "secuestrado" el comité estatal al rodearse de familiares y amigos corruptos en posiciones de poder e ignorar a los líderes regionales que ayudaron al partido a ganar votos. Varios militantes y representantes del partido en municipios expresan su desconocimiento de Aubry como su dirigente estatal y apoyan al diputado Felipe Hernández.