La ética proporciona un sentido moral que permite juzgar las acciones y personas como buenas o malas. Practicar la ética en los negocios genera ventajas como el éxito, respeto y clientes satisfechos, mientras que ignorar la ética puede causar problemas como pérdida de credibilidad, corrupción y menor rentabilidad. Promover valores éticos en una empresa requiere crear un ambiente que apoye la formación continua y el aprendizaje.