El documento divide las funciones del lenguaje en seis categorías: la función apelativa o mandato, la función representativa que incluye elementos verificables, la función emotiva que involucra al emisor en primera persona, la función poética relacionada a textos literarios como poemas y cuentos, la función fática que inicia, prolonga y finaliza una conversación, y la función metalingüística que brinda aclaraciones sobre el propio lenguaje.