La arquitectura mesopotámica se caracterizó por el uso del ladrillo de adobe y arcilla debido a la falta de piedra y madera en la región. Los templos zigurats eran los edificios religiosos más importantes, con forma de pirámide escalonada que simbolizaba el acceso a los cielos. El zigurat de Ur, construido en el 2100 aC, aún se mantiene en pie y demuestra la habilidad de los antiguos mesopotámicos para la ingeniería y la construcción.