El documento describe la experiencia del autor y sus compañeros al montar y presentar la obra de teatro "El Loro de Carlos V" en un festival universitario. A pesar de enfrentar desafíos como falta de recursos y tiempo para ensayar, el grupo se esforzó por aprender sus papeles y mejorar su actuación. En el día de la presentación, a pesar de la lluvia, la obra fue un éxito y recibió dos premios, incluyendo el de la mejor obra clasificada para el festival. El autor concluye compartiendo su alegría y emoci

1. SOY TESTIGO DE LA CLASIFICACIÓN
Recuerdo a mis colegas y las veces que nos reunimos, recuerdo los ensayos, en
donde reímos mucho por las embarradas que hacíamos en cada escena; pero
sobre todo recuerdo el día de la presentación en el Teatro Adolfo Mejía, era la
primera vez que actuaba en ese lugar y todo me parecía irreal, aunque los más
irreal fue cuando el presentador dijo “El Loro de Carlos V”.
Aberoni era nuestro profesor, él estaba recientemente egresado de la Escuela de
Bellas Artes de Bolívar y fue contratado con la intención de prepararnos para el
festival de arte Universitario; la obra escogida fue “El Loro de Carlos V”. Los
personajes eran cinco; “De Burén”, “El Bufón” “El Rey” “El Campesino” y “La
Campesina”, ensayábamos los sábados, jueves, martes, y en cualquier tiempo
libre.
Recuero que empezamos a montar la obra 2 meses antes del festival, pero por la
ausencia de algunos compañeros nunca podíamos ensayar como era debido y
por ello Alberoni tomó la decisión de desistir a nuestra participación en este
evento. Lo que el profe no sabía era que los instructores sólo están limitados a
enseñar y no a tomar ese tipo de decisiones pues esto a quien le compete es a
Bienestar Universitario, el cual dio la orden que debíamos concursar; entonces
nos tocó tomar el montaje en serio, aprendernos los libretos y así ensayar los
fines de semana todo el día para poder tener la obra lista en el festival.
Unos colegas se quejaban porque los fines de semana querían ir a playa, otros allí
se distraían; pero la verdad de todo es que eso nos sirvió mucho para desarrollar
más los personajes, decir el libreto de memoria, mejorar la actuación y proyección
de voz, porque nos tenían asustados con la descripción del teatro Adolfo Mejía; el
instructor decía que era grande y que nuestra voz debía escucharse en todo ese
lugar, convenía llegar hasta el último individuo allí presente.
La odisea que tuvimos fue con el vestuario, porque los recursos no estuvieron
disponibles sino un día antes, entonces nos tocó ingeniárnosla, conseguir batas de
nuestras madres, manteles, guantes, mejor dicho si algún padre de familia de los
estudiantes que actuamos ese día, se le perdió alguna prenda de vestir ese fue
su hijo.

2. Me gustó mucho el día que ensayamos con vestuario, porque yo era el rey, y me
ponían una “capa” o mejor dicho, un pedazo de trapo amarillo en satín que
iniciaba en mis hombros y terminaba en mis pies, y pasábamos riéndonos porque
me resbalaba con la tela; lo mejor de todo fue la bincha que le compraron al rey,
que ridiculez, aunque no aguantó el día de la presentación porque se dañó.
Aunque debo confesarles que el día de la función me levanté temprano, porque
nos tocaba ensayar fuerte antes de presentarnos, éramos el número cuatro y
debíamos estar listos a las 11: 00am, pero como llovió se extendió la jornada y
finalmente actuamos a las 2:00pm; Todo esto nos convino porque nos relajamos,
perfeccionamos el maquillaje y pasamos un buen rato.
Cuando llegó nuestro turno se activó la emoción de nuestro corazón y las ganas
de comernos el personaje, fue allí cuando nos tomamos de las manos y nos
encomendamos a Dios para que todo nos saliera bien. Luego de la función todo el
mundo estaba emocionado, felicitaciones por todas partes y yo estaba convencida
que ya habíamos clasificado.
Cuando se hicieron las 7:00 pm todos estábamos a la espera de veredicto final, y
escuchamos una voz que dijo:
“Mejor personaje: El Loro de Carlos V”
“Mejor Actriz: El Bufón de Carlos V”
Y Alberoni dijo: “ese premio es de consolación, ya no clasificamos”. Cuando de
repente escuchamos la misma voz que decía:
Dentro de los clasificados está: “El loro de Carlos V “De inmediato todos gritamos
de alegría, se nos salieron las lágrimas de emoción y para no castigarlos tanto
les dejo algunas imágenes de esta historia.