Los chicos Federico, Ariel, José, Micaela y Rocío descubrieron un misterioso polvo mágico en un libro de la biblioteca de la escuela que revivía a los muertos. Al leer la historia, los chicos tomaron un poco del polvo cada uno para no poder morir nunca. Sin embargo, cuando José murió atropellado, sus amigos se preguntaron por qué si habían tomado el polvo. Al ir a ver, se dieron cuenta que todo había sido una fantasía.