La familia Suárez estaba en su casa una noche cuando comenzó un terremoto. La madre de Catalina, Carla, le pidió que saliera de la casa por su seguridad, pero Catalina no le hizo caso. La casa empezó a derrumbarse y una madera cayó sobre Catalina, pero su madre logró rescatarla. Desde entonces, Catalina aprendió a obedecer a sus padres.