Los romanos explotaron diferentes cotos en Mazarrón. La existencia de importantes yacimientos metalíferos (cobre, hierro, plata, plomo), que fueron objeto de una intensa labor extractiva, explica la rapidez con la que se produjo la romanización de las sierras mineras de Cartagena y Mazarrón, sacando un gran provecho de las excelentes características geológicas, su fácil acceso al mar y la proximidad geográfica a Carthago Nova, como centro de distribución de las materias primas. La riqueza mineral de estos cotos fue muy variable, alcanzando en ocasiones entre el 65 y el 80% de plomo metálico, mientras que en otros no se pasaba del 15%. La ley de plata oscilaba entre una y dos onzas por quintal de material (Antolinos: 2005,73).