Las minas de Río Tinto han sido explotadas durante aproximadamente 5,000 años, siendo las civilizaciones tartésica y fenicia las que basaron su economía en la extracción de metales de las minas. En 1873, las minas fueron compradas por un consorcio británico, lo que produjo un resurgimiento económico y tecnológico en la región. La presencia humana y la minería en la zona se remontan a hace 4,000 años, aunque los asentamientos permanentes datan del segundo milenio a.C., centrados