Mingo el Cocodrilo vivía en un chalet y le gustaba charlar con los vecinos, jugar a la pelota y pasear al perrito. Un día recibió una invitación de su tía Cata para comer fideos y bananas en Mar del Plata, por lo que preparó sus valijas y viajó allí contento. En la casa de su tía conoció a Cleopatra, de quien se enamoró, y desde entonces nunca más se separaron.