Este poema aconseja enfocarse en los aspectos positivos de la vida, como las rosas entreabiertas y las palabras de amor, y olvidar los negativos, como los pétalos caídos y las palabras de odio. También insta al lector a recordar las victorias y escaladas pero olvidar las derrotas y desilusiones, para que su vida sea un jardín lleno de flores.