El documento describe a las Moiras, tres hermanas de la mitología griega que personificaban el destino de los mortales. Cloto hilaba el hilo de la vida, Láquesis medía su longitud, y Átropos cortaba el hilo con sus tijeras cuando llegaba la hora de la muerte. Cada Moira tenía un equivalente romano y se las representaba con símbolos relacionados a su papel de controlar el destino a través del hilo de la vida.