Un motor eléctrico convierte energía eléctrica en energía mecánica mediante interacciones electromagnéticas y algunos pueden funcionar también como generadores convirtiendo energía mecánica en eléctrica. Son ampliamente utilizados en instalaciones industriales, comerciales y hogares conectados a redes eléctricas o baterías, y se usan cada vez más en vehículos híbridos para aprovechar las ventajas de la electricidad y la gasolina.