Este cuento bielorruso cuenta la historia de Pilipka, un niño nacido de un tronco de álamo que sus padres colocaron en la cuna. Pilipka creció y le gustaba pescar en un lago. La bruja Baba Yaga intentó engañarlo para comérselo, pero Pilipka logró escapar. Baba Yaga persiguió a Pilipka hasta un árbol donde se escondió. Pilipka consiguió plumas de gansos para volar lejos y regresar a salvo con sus padres, mientras
CUENTOS REALIZADOR POR ESTUDIANTES DEL CENTREO EDUCATIVO LLANO GRANDE ABAJO LAS LOMAS, CHIRIQUI, REPUBLICA DE PANAMA, ASESORIA, IDALIDES PITTI, YILSET APARICIO, EDISA RODRIGUEZ
CUENTOS REALIZADOR POR ESTUDIANTES DEL CENTREO EDUCATIVO LLANO GRANDE ABAJO LAS LOMAS, CHIRIQUI, REPUBLICA DE PANAMA, ASESORIA, IDALIDES PITTI, YILSET APARICIO, EDISA RODRIGUEZ
SELECCIÓN DE LECTURAS PARA PLAN LECTOR - CUENTOS Y LEYENDASADICEPSH
Título:
SELECCIÓN DE LECTURAS PARA PLAN LECTOR - CUENTOS Y LEYENDAS
Autor(es):
CORONADO VALLADARES GLADYS
YARLEQUE RIVERA JORGE LUIS
LEIVA SALINAS MARLENE DELFINA
Editado por
JOSUÉ VERGARA LEIVA
Ca. Independencia 300 - Sullana - Piura
1ª. Edición – Julio 2018
HECHO EL DEPOSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ N° 2018-06828
Se terminó de imprimir en Julio del 2018 en
ADICEPSH
Ca. Túpac Yupanqui Nº 495 Int. 8B – Urb. Sta. María – Trujillo - Perú
SELECCIÓN DE LECTURAS PARA PLAN LECTOR - CUENTOS Y LEYENDASADICEPSH
Título:
SELECCIÓN DE LECTURAS PARA PLAN LECTOR - CUENTOS Y LEYENDAS
Autor(es):
CORONADO VALLADARES GLADYS
YARLEQUE RIVERA JORGE LUIS
LEIVA SALINAS MARLENE DELFINA
Editado por
JOSUÉ VERGARA LEIVA
Ca. Independencia 300 - Sullana - Piura
1ª. Edición – Julio 2018
HECHO EL DEPOSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ N° 2018-06828
Se terminó de imprimir en Julio del 2018 en
ADICEPSH
Ca. Túpac Yupanqui Nº 495 Int. 8B – Urb. Sta. María – Trujillo - Perú
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJEjecgjv
La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
La Unidad Eudista de Espiritualidad se complace en poner a su disposición el siguiente Triduo Eudista, que tiene como propósito ofrecer tres breves meditaciones sobre Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. En cada día encuentran una oración inicial, una meditación y una oración final.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...
Leyenda de Pilipka
1. Pilipka, nuestro hijo
(Leyenda bielorrusa)
Recopilada por: Varela Tembis, J. J. (2006), en “Pilipka, nuestro hijo: un cuento de
brujas en la literatura popular eslava”, Primeras Noticias de Literatura Infantil y
Juvenil, 216.
Hubo una vez, por aquellas tierras, un hombre que vivía con su mujer.
Desdichadamente no tenían hijos. Esto disgustaba mucho a su mujer ya que
ella no tenía a nadie a quien mecer en la cuna, ni a nadie a quien cuidar y
arropar.
Un día su marido fue al bosque, cortó un inmenso tronco aliso, se lo
trajo a casa a su mujer y le dijo: “ponlo, aquí, en la cuna y mécelo”.
Su mujer puso el tronco en la cuna y comenzó a mecerlo, cantándole
nanas.
“Duérmete mi niño, duérmete mi amor, duérmete pedazo de mi
corazón”.
Ella se la cantaba para que se durmiera un día tras otro y al tercer día
vio que en la cuna ya no había un tronco aliso sino un bebé.
El hombre y su esposa fueron muy felices. Le pusieron de nombre a su
hijo Pilipka y empezaron a cuidar de él.
Pilipka creció y un día le dijo a su padre: “haz una canoa de oro y un
remo de plata para mí”. “Padre, quiero ir a pescar”.
El hombre hizo una canoa de oro y un pequeño remo de plata para su
hijo y lo llevó al lago a pescar.
Así que su hijo pescó y pescó. Pescó todo el día y toda la noche...
Ni siquiera iba a casa a comer. ¡Qué buena era su pesca! Tan buena era
que hasta su madre le llevaba la comida al lago para que siguiera pescando.
Ella lo llamaba diciendo: “Pilipka, mi cielo, rema hasta la orilla, come este
guiso tan rico, y me pedirás más”.
Pilipka remaba hasta la orilla, echaba los peces fuera del bote, comía su
guiso y volvía a pescar.
Baba-Yaga, la bruja huesuda, escuchó por casualidad cómo su madre lo
llamaba y decidió acabar con Pilipka. Cogió un saco y un atizador, fue al lago
y comenzó a llamar a Pilipka diciendo: “Pilipka, mi cielo, rema hasta la orilla
y me agradecerás un guiso tan sabroso”.
Pilipka pensó que era su madre quien llamaba y remó hasta la orilla.
Baba-Yaga enganchó el bote con el atizador, lo arrastró hasta la orilla,
2. cogió a Pilipka y lo metió en el saco que tenía.
'¡Aja!', dijo, “no pescarás nunca más aquí”.
Se puso el saco a la espalda y lo llevó a su casa a través del espeso
bosque.
Tanto fue el tiempo que cargó el saco a la espalda que se cansó, se
sentó para descansar y se quedó dormida.
Mientras tanto Pilipka salió del saco, lo llenó con piedras pesadas y
volvió al lago.
Baba-Yaga se despertó, cogió el saco lleno de piedras y bostezando lo
llevó a casa.
Una vez en casa le dijo a su hija: “Prepárame este pescador para
cenar”.
Baba-Yaga vació e! saco cerca del horno, no había más que piedras. Se
enfadó mucho y gritó tanto que se la pudo oír en todas partes.
“¡Ah!', dijo. “Así que quieres jugar conmigo. Te daré una lección”.
Fue corriendo hasta la orilla del lago otra vez y comenzó a llamar:
“Pilipka, mi cielo, rema hasta la orilla y come un guiso muy sabroso“.
Al oír esto, Pilipka dijo: “No, tú no eres mi madre, eres Baba-Yaga, la
bruja. ¡Te conozco muy bien! La voz de mi madre es mucho más suave”.
Por más que Baba-Yaga llamaba a Pilipka, éste no obedecía.
Bien, de acuerdo, pensó Baba-Yaga, “haré mi voz más fina”.
Corrió junto el herrero y le dijo: “Herrero, afila mi lengua. Debe ser
muy fina”.
“Está bien”, le dijo el herrero. “La afilaré si tú quieres. Pon tu lengua en
e! yunque”.
Baba-Yaga puso su lengua en el yunque. El herrero cogió su martillo y
empezó a golpear la lengua. La golpeó hasta que se volvió realmente fina.
Baba-Yaga fue corriendo hasta e! lago y llamó con voz suave: “Pilipka, mi
cielo, rema hasta la orilla y come un guiso muy sabroso “.
Pilipka la oyó y pensó que era su madre llamándolo. Remó hasta la orilla,
Baba-Yaga lo agarró y dentro del saco lo metió.
“¡Ahora no te burlarás de mí nunca más!” - se alegró diciendo Baba-
Yaga.
Y sin perder un minuto se lo llevó a su casa, lo arrojó fuera del saco y le
dijo a su hija: “¡Aquí está, e! tramposo!, calienta el fogón y ponlo a cocinar.
Que esté listo para la cena”.
Y una vez dicho esto, se fue y dejó a su hija trabajando.
3. Su hija encendió el fogón, trajo la pala de madera y le dijo a Pilipka:
“acuéstate en la pala, te pondré en el fogón “.
Pilipka se tumbó de rodillas para arriba.
“¡Así no!”, le ladró la hija de Baga-Yaga. Así es como tienes que
hacer. ¡Mira!”.
Se puso ella en la pala y se acostó de forma estirada en e!la.
Pilipka agarró la pala y la puso dentro de! horno. Entonces cerró la
puerta y puso el mortero de la bruja recostado sobre la puerta para
que ella no pudiera escapar.
Apenas había escapado de la cabaña de la bruja, vio a Baba-Yaga
regresando. Pilipka se subió a un enorme y alto arce y se escondió entre
las ramas. Baba- Yaga entró en la cabaña, olfateó el olor a carne asada.
Sacó la carne asada del horno y se la comió toda. Los huesos los tiró al
jardín y se puso encima de ellos pisándolos y dijo: “me caigo y dio
vueltas de lo llena que estás después de comer la carne de Pilipka y de
llenar mi boca de su sangre”.
Y Pilipka le contestó a Baba-Yaga desde el arce: “Cáete y da vueltas
de lo llena que estás después de haber comido la carne y bebido la
sangre de tu hija”.
Al oír esto, la bruja se puso negra de furia. Corrió hacia el árbol y
comenzó a roerlo con los dientes. De tanto roerlo rompió sus dientes,
pero e! poderoso árbol no cedió.
Baga- Yaga corrió a ver al herrero.
“Herrero, buen herrero, hazme un hacha de acero o de lo contrario me
comeré a tus hijos “.
El herrero se asustó y le hizo el hacha.
Baba-Yaga volvió corriendo al árbol y empezó a cortarlo.
Pilipka dijo: “golpea no al árbol sino a la piedra”.
Pero la bruja continuó cortando el árbol y diciendo: “no a la piedra sino
al árbol”.
Pilipka dijo de nuevo: “no al árbol sino a la piedra”.
De repente, el hacha le dio a una piedra tan fuerte que se rompió. La
bruja gimió de furia, agarró el hacha y volvió junto del herrero para
afilarla.
Pilipka vio que el arce comenzaba a tambalearse. La bruja casi lo había
cortado. Tenía que salvarse antes de que fuera demasiado tarde.
Una bandada de gansos pasó volando. Pilipka les dijo: “gansos, queridos
gansos, echadme cada uno una pluma “. “Iré volando con vosotros hasta
donde se encuentran mi padre y mi madre “. “Allí os recompensaré”.
Cada ganso le arrojó una pluma. Pilipka cogió las plumas pero sólo pudo
hacer la mitad de un ala.
4. Otra bandada de gansos pasó volando. Pilipka les dijo: “gansos, queridos
gansos, echadme cada uno una pluma”. “Iré volando con vosotros hasta
donde se encuentran mi padre y mi madre “. “Allí os recompensaré”.
Cada ganso de esta segunda bandada le echó una pluma. Luego pasó
volando una tercera y una cuarta bandada. Cada ganso que pasaba le tiraba
una pluma.
Pilipka se hizo unas alas y voló siguiendo a los gansos.
Baba-Yaga volvió corriendo del herrero y golpeó al arce tan fuerte que
hasta saltaron chispas.
Golpeó y golpeó... y el árbol por fin se partió y cayó sobre la bruja
matándola. Pilipka voló con los gansos hasta su cabaña. Sus padres se
pusieron tan contentos al ver que había vuelto que lo sentaron a la mesa y le
dieron muchas cosas deliciosas para comer.
Y les dieron avena a los gansos.
Así este cuento se ha acabado.”