2. P.17. ¿CÓMO CREÓ DIOS AL
HOMBRE?
El Catecismo mayor de Westminster (P.17), afirma:
Dios, después de haber hecho todas las otras
criaturas, creó al hombre, varón y mujer (Gen. 1.27);
formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra
(Gen. 2.7), y formó el cuerpo de la mujer de la costilla
del hombre (Gen. 2.22), los dotó de almas vivientes,
racionales e inmortales (Gen. 2.7); los hizo según su
propia imagen (Gen. 1.27), en conocimiento (Col.
3.10), justicia, y santidad (Ef. 4.24), teniendo la ley de
Dios escrita en sus corazones (Ro. 2.14-15), y el
poder para cumplirla (Ec. 7.29) y con dominio sobre
las criaturas (Ge. 1.28), aunque sujetos a caer (Ge.
3. 2 VERDADES A CONSIDERAR
A. El hombre y la mujer son iguales
B. El hombre y la mujer son diferentes.
4. I. EL HOMBRE Y LA MUJER SON
IGUALES.
Génesis 1:26–28 Y dijo Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo): “Hagamos al
hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza…. Dios creó al
hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Dios los bendijo y les dijo: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen
la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las
aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.”
5. PERO, ¿QUÉ PASA CON ESTOS
VERSÍCULOS?
1 Corintios 11:7 “Pues el hombre no debe cubrirse la
cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios, pero la
mujer es la gloria del hombre”-
¿Quiere decir esto que solo el varón es la imagen de
Dios, pero no la mujer?
Pablo NO está usando esta imagen en el sentido
creacional, sino más bien funcional o de roles.
La referencia es al honor, de parte de la mujer al
hombre en las esferas del matrimonio, y
particularmente en este pasaje al liderazgo masculino
de la Iglesia Local.
6. II. EL HOMBRE Y LA MUJER SON
DIFERENTES.
La diferencia entre los mismos radica en función o
economía (en lo que hacen o la función o rol que
desempeñan).
LA TRINIDAD ES IGUAL EN PODER Y MAGESTAD, PERO
DIFERENTE EN SUS ROLES.
Dentro de la esfera del matrimonio y la Iglesia el varón
y la mujer cumplen roles diferentes.
7. ALGUNAS CONCLUSIONES
1.Rechacemos teorías de que no existen
distinciones entre hombre y mujer.
La Biblia nos enseña que estas diferencias
biológicas y psicológicas son parte del diseño
de Dios en la creación y son justamente la base
y el fundamento para promover una
colaboración activa entre los varones y las
mujeres en la iglesia de Cristo.
8. 2. Seamos una comunidad donde TODOS nos
sintamos en total confianza y libertad para
ejercer los dones que Dios NOS ha dado.
Enseñar, predicar, liderar, coordinar, etc.
¿Qué pasa si tengo un don, pero no lo hacen
en la Iglesia?
9. 3. Rechacemos la Masculinidad tóxica.
Como madres, esposas, hermanas pueden
exhortar, animar y enseñar a que jamás los
hombres ejerzamos la autoridad de forma
abusiva y violenta.
Hablar de como se sienten y no lo murmuren
por atrás.
10. 4. Los Hombres deben tener una masculinidad
como la de Jesús:
Las mujeres al rededor de Jesús se sentían
seguras, confiadas, tranquilas, podían ser ellas
mismas con total naturalidad. No se sentían con
temor constante a ser golpeadas, mandadas a
callar, a entrarse a la casa ni menos a ser
miradas como objeto sexual.
¿LO ESTAMOS HACIENDO?
11. 5. Rechacemos la feminidad tóxica
Mujeres que buscan competir constantemente
con los varones, incluso con sus propios
esposos, tratando de demostrar su valor a
punta de codazos, murmuraciones, quejas y
malos comentarios
Mujeres que no han sabido perdonar como
Cristo las perdonó a ellas y que, por lo tanto,
están cargadas de autojusticia, ira y
resentimiento contra su esposo, contra los
varones líderes de la iglesia o, incluso, contra
todos los varones.
12. 6. Una feminidad que refleja el ser y el carácter
de Dios.
Bíblicamente, feminidad no tiene que ver
principalmente con debilidad, más bien tiene
que ver con
(1º) Tener capacidades que el hombre no tiene,
(2º) Permitir que su esposo la guíe,
complementándolo en el camino
(3º) con tener extraordinarias capacidades para
nutrir y cuidar las vidas de otros.
13. (1º) El primer título que Dios le dio a la mujer en
Génesis 2.18 fue el de ayuda (en hebreo “ezer”), un
título de mucha honra, porque es uno de los títulos
de Dios: “¡Dios es nuestra pronta ayuda!” nos dice el
Salmo 46.1.
Son muchas las cosas que los varones no somos
capaces de hacer, por eso son AYUDA IDONEA
(2º) Además, al ser sumisas a sus esposos y a los
presbíteros de la iglesia las mujeres están siendo
convocadas a imitar a Cristo mismo. Cristo es el
ejemplo más absoluto y sublime de sumisión.
Querida hermana: no importa lo que te diga el
mundo, cuando eres gozosamente sumisa a tu
14. (3º) Finalmente, no olvidemos lo importante
que es “maternar” (cargar en el vientre, dar a
luz, nutrir y criar)
Cada vez que tú te entregas sacrificialmente
estás teniendo el privilegio de reflejar a Dios
mismo en su rol maternal.
¡Qué privilegio poder nutrir, cuidar y edificar la
vida de otros con la ternura del mismo Espíritu
Santo!