El documento discute la caza y comercio ilegal del tigre de Bengala, lo que amenaza su futuro debido a que son cazados por su pelaje y otros productos. Se utilizan en zoológicos donde su dieta es carne y son drogados para evitar ataques, pero en cautiverio caen en depresión. Su nombre científico es Panthera tigris tigris y pueden saltar hasta 6 metros.