Navidad es una celebración familiar donde nos reunimos y pasamos tiempo juntos recordando historias del pasado. También celebramos el nacimiento de Jesús y su llegada como parte de la familia de Dios. Es una fiesta para los niños que reciben regalos y buscan los juguetes dejados por los Reyes Magos, así como una ocasión para demostrar aprecio a amigos y familiares a través de regalos, aunque influenciados por el comercio. Sobre todo, conmemoramos el nacimiento de Jesús como el regalo más importante

1. Navidad<br />Es una celebración de la familia, donde nos reunimos y la pasamos lo mejor <br />Posible; convivimos y recordamos esas viejas historias de familia que tanto <br />Significan. Y también es la celebración de qué, al nacer Jesús, pasamos a ser <br />Parte de la familia del mismo Dios.<br />Por supuesto, es una celebración de los niños, a los que les llegan <br />misteriosamente regalos y donde se juega el juego amoroso de buscar los <br />juguetes para ver si los Santos Reyes de veras existen. También es la fiesta de <br />todos, porque todos, en algún rincón de nuestra alma, no dejamos de ser niños. <br />Pero, sobre todo, celebramos al más importante de todos los niños, al Niño Jesús, <br />que nació como el menos importante de los niños y llegó a ser el más importante <br />de los hombres, Dios hecho hombre.<br />Celebramos la ocasión de poder demostrar a los amigos nuestro aprecio, nuestro <br />cariño, la posibilidad de intercambiar regalos. Aquí, posiblemente, es donde más <br />han influido el comercio y los medios para hacernos sentir mal si no damos un <br />regalo, entre más caro, mejor. Pero, exageraciones aparte, no deja de ser valioso <br />el celebrar la generosidad y el cariño de una manera concreta. Y con esto, <br />posiblemente sin ser conscientes, celebramos el mayor de todos los regalos: Dios <br />Padre, regalándonos a su Hijo para que nos salváramos del pecado y de la <br />muerte.<br />