El documento describe un incidente en el que un corresponsal extranjero en la oficina de Moscú del periódico Los Angeles Times fue sorprendido leyendo el correo electrónico de uno de sus compañeros. Sus colegas comenzaron a sospechar cuando notaron actividad en sus cuentas cuando ellos no estaban trabajando, y confirmaron sus sospechas al poner información falsa en sus correos que el reportero luego preguntó sobre. Como medida disciplinaria, fue trasladado a otra sección.