El documento habla sobre los problemas asociados con llevar diferentes tipos de comida a la escuela. Menciona que algunos alimentos como panes, quesos y loncheros pueden generar malos olores cuando se consumen o se juntan en el salón de clases. También señala que otros alimentos como el yogurt, los plátanos y la fruta se pueden derramar, aplastar o pudrir si no se los saca de la mochila. Por último, comenta que los kioscos deberían vender más frutas que comida chatar