Este documento habla sobre la existencia de niños en diferentes circunstancias alrededor del mundo, algunos que piensan en cosas triviales como el sabor de helado que quieren y otros que solo piensan en cómo sobrevivir. El autor sugiere que a pesar de las diferencias en sus circunstancias, todos los niños son iguales y merecen un mundo feliz, por lo que debemos orar por los niños desamparados y no olvidarnos de ellos.