Un profesor universitario desafió a sus estudiantes a debatir si Dios creó todo, incluyendo el mal. Un estudiante llamado Albert Einstein defendió que el mal no existe por sí mismo, sino que es la ausencia de Dios, al igual que el frío es la ausencia de calor y la oscuridad la ausencia de luz. El estudiante convenció al profesor de que Dios no creó el mal, sino que este surge cuando la humanidad no tiene a Dios presente.