Este documento es una oración de una monja del siglo XVII pidiendo gracia y sabiduría a Dios a medida que envejece. Ella pide no volverse charlatana, entrometida o amargada, mantener la mente libre de detalles y poder escuchar a otros. También pide humildad al reconocer que a veces se equivoca, y mantener una actitud dulce y divertida ante la vida a pesar de los dolores propios de la vejez.