El documento presenta normas para ser un buen hablante, oyente y cortesía. Para ser un buen hablante se debe mirar a la persona que escucha, hablar con un tono adecuado y con claridad. Un buen oyente mira a los ojos al que habla, no interrumpe y espera su turno. Las normas de cortesía incluyen saludos, despedidas y frases como "gracias", "por favor" y "disculpa".