Los láseres se han convertido en una de las herramientas más prometedoras para el tratamiento del envejecimiento de la piel. En 1998, 170.000 estadounidenses se sometieron a láser facial, el doble que en 1996. La tecnología láser funciona mediante la fototermólisis selectiva para eliminar el vello de forma indolora y sin dañar el tejido circundante.