La educación debe adaptarse a los retos de la sociedad del conocimiento formando estudiantes con habilidades para aprender a lo largo de la vida, pensamiento crítico y resolución de problemas. Los sistemas educativos deben enfocarse en el desarrollo de estas competencias a través de enfoques centrados en el estudiante, aprendizaje basado en proyectos y uso de tecnologías para una educación más accesible e inclusiva.