En un ejercicio de grupo para una empresa multinacional, se les pidió a tres candidatos que imaginaran lo que les gustaría que dijeran en su velorio. El primero y segundo candidato dieron respuestas convencionales sobre sus logros profesionales y como padre. Sin embargo, el tercer candidato bromeó diciendo que le gustaría que dijeran "¡Mierda, mirá se está moviendo!" para demostrar su optimismo aun después de la muerte. Este último candidato fue contratado por su actitud positiva.