La investigación muestra que los niños que pasan más tiempo con sus padres y menos tiempo con pantallas tienen mejores resultados sociales y emocionales. Los niños necesitan tiempo de calidad con sus padres para desarrollar habilidades como la empatía, la resolución de problemas y la autoestima. Los padres deben establecer límites de tiempo de pantalla y dedicar tiempo a actividades sin pantallas como jugar, leer y conversar con sus hijos.