El documento argumenta que las acciones individuales por sí solas no son suficientes para lograr un cambio político significativo y que es necesaria la organización y acción colectiva. Citando a diferentes autores, señala que la sociedad civil organizada juega un papel fundamental en la democracia para hacer contrapeso al poder político y garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la gente. Solo a través de la suma de intereses comunes de varios individuos es posible incidir de manera efectiva en el desarrollo de las comunidades.