Pablo Pineda narra su primer día en la universidad, sintiéndose abrumado por la gran cantidad de gente y las miradas de sus compañeros debido a su síndrome de Down. Sin embargo, con el apoyo de sus profesores y compañeros, logró superar sus miedos y convertirse en el primer europeo con síndrome de Down en graduarse de magisterio, dedicando su éxito a quienes le brindaron su apoyo.