Una araña simpática hizo una macedonia amarga para su amiga y no sabía qué hacer con ella. Mientras paseaba pensando, se cayó accidentalmente en una alcantarilla. Intentó salir pero anocheció y se encontró con un zorro malo que no la ayudó. Finalmente el zorro tuvo pena y la ayudó, haciéndose amigos los dos. Alegres pasearon por el jardín pero desgraciadamente había una norma de no pisar el jardín.