El documento expone que para apreciar plenamente el valor de cosas como el tiempo, las relaciones y las oportunidades hay que preguntarle a quienes las han perdido o estado cerca de perderlas, como alguien sin hermanas, recién divorciados, estudiantes reprobados, madres de bebés prematuros o sobrevivientes de accidentes. Además, enfatiza la importancia de atesorar cada momento con los seres queridos porque su valor solo se entiende cuando se los pierde.