El documento reflexiona sobre cómo en la sociedad moderna se tienen más posesiones materiales pero menos valores espirituales y relaciones interpersonales. A pesar del progreso tecnológico, las personas tienen menos tiempo para disfrutar la vida y pasarla con sus seres queridos. El autor propone vivir cada día como si fuera especial y no dejar nada para "una ocasión especial", sino disfrutar la vida en el presente.