El documento describe los frutos del Espíritu como el amor, la alegría y la paz, así como la paciencia, la bondad, la fidelidad y el dominio propio. Aconseja vivir guiados por el Espíritu y mantener los mandamientos de Dios para permanecer unidos a Él. Recomienda ser humildes, amables y pacientes, soportándose unos a otros con amor.