La fe tiene siete rasgos principales: es un don de Dios, la fuerza necesaria para la salvación, requiere la voluntad libre y entendimiento del hombre, es absolutamente cierta por la garantía de Jesús, aumenta a través de la oración y escucha de Dios, y nos permite anticipar la alegría del cielo. La fe también se describe como una experiencia personal de Dios a través de la búsqueda, el encuentro, la confianza, el acogimiento, la compartición, el compromiso, la adoración, el amor y el servicio