1. Ministerios Rogelio Mora
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Bendecidos por la fe
Nunca dejemos de creer que somos bendecidos y la bendición llegará a nuestras vidas, por medio de la
fe en Cristo Jesús. Por: Apóstol Rogelio Mora.
Estamos bendecidos por la fe, la cual nos da certeza que lo mejor está por venir porque si tenemos al
Espíritu Santo todo lo demás es añadidura, y además nos da convicción que tenemos a Cristo en medio
de nosotros y, por tanto, la promesa de una vida abundante. No confundamos pobreza con humildad,
porque ser humildes de corazón es bueno, pero ser pobres económicamente es una maldición que es
posible romper en Cristo.
Hacemos buenas obras porque somos salvos 1
. Las obras no nos hacen salvos, pero las hacemos en
agradecimiento a nuestra salvación, la cual fue comprada a precio de sangre. El hecho de ser buenas
personas, buenos ciudadanos, no nos hace salvos, antes bien, debemos reconocer a Jesús como
nuestro Señor y Salvador. El hecho de tener fe nos hace hijos de Abraham y, por tanto, herederos de
todas sus bendiciones. No sólo heredamos lo bueno de nuestros padres, sino también lo malo, pero
Cristo vino a romper con las maldiciones que han llegado a nuestras vidas, heredadas de nuestros
padres.
Nadie nos puede maldecir 2
. Lo que Dios bendice, bendito es y nadie lo puede maldecir. A veces llegan
grandes bendiciones a nuestra vida, bendiciones que molestan o desagradan a otras personas, y aunque
nos maldigan, no nos afecta en lo absoluto. A veces Dios permite que padezcamos una condición por
muchos años para que, al salir de la misma, quede bien marcado en nuestro corazón, de dónde nos
sacó. Cuando creemos en Cristo hasta la vergüenza se va de nuestras vidas, y es que toda maldición la
cargó Jesús en la cruz para que nosotros fuéramos bendecidos.
Lo peor que nos puede suceder es desmayar 3
. David reconoce que, de no ser por las promesas de
bienestar del Señor, seguramente habría desmayado y perdido la batalla de la vida. Nuestra nación está
pasando por momentos muy turbulentos y lo peor que podemos hacer es permitir que nuestra fe
desfallezca. Debemos tener plena convicción que Dios está al control de todo lo que sucede, así que no
nos cansemos de hacer el bien 4
, sabiendo que pronto esta turbulencia terminará y podremos recoger
todo lo bueno que hemos sembrado durante años.
Somos hijos de Abraham, hijos de la fe, bendecidos para bendecir a los demás, con toda clase de
promesas en Cristo Jesús que nos garantizan una vida abundante, seamos pues agradecidos con Dios,
y también hagamos buenas obras, especialmente a nuestros hermanos cristianos, ya que todo lo que
sembremos lo vamos a cosechar muy pronto.
Citas:
1
Gálatas 3:6-9 (DHH94I): Así también, Abraham creyó a Dios, y Dios le tuvo esto en cuenta y lo
reconoció como justo. Por lo tanto, ustedes deben saber que los verdaderos descendientes de Abraham
son los que tienen fe. La Escritura, viendo de antemano que también entre los no judíos iba Dios a
reconocer como justos a los que tuvieran fe, había anunciado a Abraham esta buena noticia: «Todas las
naciones serán bendecidas por medio de ti» De manera que los que creen son bendecidos junto con
Abraham, que también creyó.
2. 2
Gálatas 3:13-14 (DHH94I): Cristo nos rescató de la maldición de la ley haciéndose maldición por causa
nuestra, porque la Escritura dice: «Maldito todo el que muere colgado de un madero» Esto sucedió para
que la bendición que Dios prometió a Abraham alcance también, por medio de Cristo Jesús, a los no
judíos; y para que por medio de la fe recibamos todos el Espíritu que Dios ha prometido.
3
Salmos 27:13 (RVR60): Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la
tierra de los vivientes.
4
Gálatas 6:9-10 (PDT): No debemos cansarnos de hacer el bien. Si no nos rendimos, tendremos una
buena cosecha en el momento apropiado. Siempre que podamos, hagamos el bien a todos,
especialmente a los que pertenecen a la familia de la fe.