1. UNA CRÍTICA AL MODELO NEOLIBERAL CON RELACIÓN AL TRABAJO
La propuesta neoliberal implica mantener un estado que tenga la capacidad
de debilitar el poder sindicalista y mantenga el control total de dinero,
limitando al mismo tiempo la inversión en gastos sociales. De esta manera, y
con el objetivo de quebrar los sindicatos, el gobierno se ve obligado a crear
una categoría de empleo temporal, donde el trabajador no tenga la
posibilidad de fundar un vínculo de pertenencia con la organización y de este
modo no se interese en la formación de sindicato. En otras palabras, se logra
el abandono del “pleno empleo”, lo que implica directamente el abandono
de garantías, generando de esta manera un trabajador explotado ya que las
condiciones en las que labora son precarias y se le exige la mayor
productividad en el menor periodo de tiempo, además de el reto que se le
impone al competir en un mercado tan denso (pocas ofertas de empleo y
muchos profesionales disponibles); entonces, la persona se vuelve un
empleado que se vende a sí mismo como un producto debido al alto nivel
exigido por las organizaciones y se convierte así en una persona polifacética
con múltiples capacidades y distintas habilidades a la orden. Parece que el
neoliberalismo se preocupa más por la cantidad que por la calidad, y con la
apertura del mercado, el objetivo es poner el producto a competir en el
mercado, lo cual implica que el trabajador produzca la mayor cantidad de
producto en el menos tiempo posible.