Las perlas doradas de la firma Jewelmer nacen en Filipinas gracias a la combinación de la naturaleza y el esmero humano. El cultivo de perlas requiere hasta cinco años y 377 pasos, y un collar puede tardar 37 años en completarse. Jewelmer cuida el medio ambiente marino frágil donde se cultivan las perlas y devuelve las ostras al mar después de recolectar las perlas.

1. Jewelmer: Milagros dorados
del mar
Patricia Olivares Taylhardat

2. Patricia Olivares Taylhardat
En las aguas de Palawan, Filipinas, sucede un hecho maravilloso producto de la naturaleza en
combinación del cuidadoso esmero del hombre. Las perlas doradas de la firma de
Joyería Jewelmer, cuyo nombre en francés combina joya y mar, nace en el año 1979 gracias a un
empresario filipino y un cultivador de perlas, que fusionaron sus talentos para dar lugar a una
dupla que crea maravillas en joyería fina gracias a los milagros de la naturaleza.

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Tan sólo una perla de 10 a 13 milímetros producida por su madre ostra requiere 377 pasos en su
procedimiento y cinco años de trabajo; un collar de 35 perlas puede tardar 37 años en
completarse. Cualquier mínimo detalle en todos estos procesos afecta el resultado final, por lo
que el cultivo de éstas implica un dedicado y amoroso esmero. Estas maravillas doradas se dan en
uno de los ambientes marinos más sensibles del mundo con una biodiversidad fascinante, por lo
que el significado de sólo una perla va mucho más allá de una preciosa esfera. La naturaleza tiene
control de las perlas en un 51% y el resto es producto de controles de la contaminación y la
temperatura del agua en los criaderos; cuentan con un novedoso sistema biotécnico que devuelve
a las ostras al mar, después de entregar su maravilloso regalo.

4. Patricia Olivares Taylhardat
Jacques Branellec y Manuel Cojuangco, fundadores de
la irrepetible firma Jewelmer, afirman:
“Nosotros no estamos en la vida de los negocios sino
en el negocio de la vida, y la perla es la recompensa de
hacer las cosas bien al cuidar el ambiente y las
personas que nos rodean. Un bello lugar repleto de
buenas personas es parte de la magia de nuestras
perlas”.

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Gracias a Braganza Joyas podemos disfrutar en nuestra ciudad de estos pequeños
milagros en monturas realmente exquisitas, que hacen de una joya un objeto con
profundo valor: un símbolo de amor, naturaleza y consciencia por el maravilloso y
frágil medio ambiente.

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REFERENCIAS
- http://patriciaolivarestaylhardat.info/diseno-de-joyas/patricia-
olivares-taylhardat-jewelmer-milagros-dorados-del-mar/