La carroza se rompió a la mitad una semana antes del desfile de Halloween. El problema principal era la falta de tiempo y dinero para repararla antes del evento. La solución propuesta fue usar una grúa para levantar la carroza mientras se soldaba rápidamente la estructura, y luego pintar y añadir yeso. El trabajo se completó en tres días y por debajo del presupuesto de 100 euros gracias a la colaboración de los 47 miembros de la peña.