Daniel fue amenazado por un indigente llamado Alejandro cuando se negó a darle un cigarrillo. Más tarde, Alejandro apuñaló a Daniel y le robó su dinero. El agente Víctor capturó a Alejandro y lo condenaron a 8 años de prisión. Daniel se recuperó y ahora vive tranquilo, mientras que el agente Víctor se jubiló y fue a vacacionar a Cartagena con su familia.