Una señora llevó a su perro enfermo al veterinario y luego al panadero. Mientras estaba distraída, un ladrón robó a su perro. La señora acudió a la policía para reportar el robo y luego dejó a su hijo en la escuela con el maestro. Más tarde, el policía le devolvió a su perro. Su esposo, que era ingeniero, llegó del trabajo y ella fue a su trabajo como profesora. Después se sintió mal y fue al doctor.