Hay dos creencias opuestas, que nosotros simultáneamente tenemos en nuestras mentes y las juntamos en una visión deformada del tiempo. Crónicamente subestimamos el tiempo que nos llevará a realizar las cosas Creemos que el tiempo es “infinito” y que nos dará suficiente espacio para alcanzar todas nuestras metas de crecimiento personal Esta fe en el tiempo infinito, dispara la procrastinación. Y pensamos, estaremos mejor mañana. No hay urgencia para hacerlo HOY.