La perspectiva de 2016 se centra en el crecimiento económico mundial moderado, la continua incertidumbre política y los desafíos a largo plazo como el cambio climático y la desigualdad. Se espera que la economía global siga expandiéndose a un ritmo lento pero constante, impulsada por los mercados emergentes, aunque existen riesgos como la volatilidad de los mercados financieros.