Píramo y Tisbe planean encontrarse secretamente junto a una morera, pero Tisbe huye asustada por una leona sangrienta y pierde su velo. Cuando Píramo encuentra el velo manchado de sangre, equivocadamente cree que Tisbe ha muerto y se suicida. Poco después llega Tisbe y al ver a Píramo muerto también se suicida, pidiendo que el fruto de la morera se vuelva negro en su memoria.