2. PÍRAMO Y TISBE
Un hueco en la pared les
permitía comunicarse y
decirse palabras de amor
en secreto.
Píramo y Tisbe crecieron
en la ciudad de
Babilonia, en
Mesopotamia, viviendo
toda su vida en casas
adyacentes.
Estaban enamorados
pero sus padres no
dejaban que se vieran.
3. PÍRAMO Y TISBE.
La leona se acercó y olió
el velo, manchándolo con
la sangre del buey.
Una noche quedaron para
verse en secreto junto a
una morera.
Tisbe llegó antes y se
encontró a una leona
con el hocico
manchado de sangre
de buey, esta se asustó
y se escondió en una
cueva.
A Tisbe se le cayó el velo
que llebava.
4. PÍRAMO Y TISBE.
Tisbe pidió sus últimos deseos que
fueron descansar eternamente junto
a su amado y que el fruto se volviese
negro en su memoria. Los dioses
escucharon su último deseo y se lo
concedieron.
Cuando Píramo llegó se
encontró el velo de
Tisbe y se creyó que
ella se había muerto,
por lo que se mató con
su propia espada.
Cuando Tisbe llegó y se
encontró a su amado
muerto, así que se
mató con la espada de
Píramo.
Los dos murieron junto a
la morera y fueron
quemados en la misma