Píramo y Tisbe eran dos jóvenes enamorados que vivían en casas vecinas pero cuyos padres se oponían a su relación. Decidieron escaparse para verse junto a un árbol, pero Tisbe dejó caer su velo al huir de una leona y Píramo, al encontrar el velo ensangrentado, creyó que Tisbe había muerto y se suicidó. Cuando Tisbe llegó, también se suicidó al descubrir lo ocurrido. Sus cuerpos fueron incinerados y guardados